viernes, junio 04, 2010

TC2000 en Alta Gracia: EL LEÓN ZAFÓ DEL PIÑON

Estuvo revolucionado el fin de semana en Córdoba. Y no tanto por la bronca de Pablo Peón, presidente de la categoría, y el de toda la dirigencia contra el Gobierno Nacional, ya que el Estado decidió no agregar al TC2000 dentro de los festejos bicentenarios. Eso, dicen, caldeó los ánimos en el Oscar Cabalén de Alta Gracia. Justo, con un clima frío y lluvioso. Pero aunque en la previa, se pensaba que el día de la carrera sería igual que el sábado, el sol apareció para la sonrisa de toda la gente que llenó el autódromo. Claro, ciudad fierrera si las hay en la Argentina, base de muchos de los equipos para realizar sus pruebas semanales.

Hasta el domingo al mediodía, minutos antes de la largada final, todo era dominio ovalado. En la clasificación, el 1-2 para el equipo de Oreste Berta, confirmaba que el circuito está hecho para los Ford. Al igual que lo hicieron en los entrenamientos, Fontana y Ponce de León marcaron el camino. El gigante de Arrecifes llegaba al circuito cordobés como líder del torneo, después de su primera victoria con la marca en tierra mendocina. Con esa condición, la carrera clasificatoria volvió a demostrar que los Focus están en un gran momento: se quedó de punta a punta con la competencia, algo que se repetiría con la finalísima, pero que antes, tuvo otro protagonista. Un poco más duro y frenético…

¿Cuánto tardó en que los corazones se paralizaran? ¿Minutos? Demasiado. En pocos segundos, la grilla de largada se transformó en un rejunte de coches golpeados, y la pista, llena de escombros de los autos que se partieron en pedazos. Fue un golpazo, como se encargó de describirlo el bicampeón López en boxes. Él y su Honda fueron uno de los más perjudicados en el accidente, tanto que hace pocos días, el equipo confirmó que se construirá un coche nuevo para Pechito. ¿Pero como se originó esta piña que tuvo a pilotos de punta involucrados? El Peugeot 307 de Juan Cruz Alvarez quedó detenido en el cajón de largada y allí se originó una sucesión de choques en plena recta principal, que involucró a seis coches.


La imagen lo decía todo. El auto de Jose María y el Toyota de Werner se llevaron todas las miradas. El Corolla tuvo un principio de incendio y con la cola desaparecida producto del golpe que le propinó Pechito, además quedó cruzado en la recta, mientras que el Honda, mostraba una rotura entre la rueda y la puerta izquierda, que hizo pensar una posible lesión que pudo haber sufrido el cordobés en las piernas. Si bien estos dos fueron los principales perjudicados, Francisco Troncoso (Toyota) y el Ford de Basso, también quedaron fuera de carrera. Tremendo susto se pegaron López y Werner, pero más el piloto de Paraná, que debido al clásico latigazo que sufrió el cuello por el choque fue trasladado al Sanatorio Alta Gracia, donde lo revisaron y confirmaron que no había lesión en las cervicales. Un accidente con suerte, sin dudas. Después de ver como quedaron los autos, deberían agradecerle al destino.


Si les digo que la piña a metros que el semáforo se pusiera verde, fue lo más emocionante del domingo, ¿me creerían? Créanme, porque fue así. En la relargada, el León de Ford puso primera y nunca miró atrás. Se les escapó a todos (2º fue Fontana y 3º llegó Pernía con Honda) para lograr su 23 triunfo en la categoría, el primero de la temporada, ya que la última victoria había sido en el cierre del 2009 (Potrero de los Funes) Celebración para el equipo Ford, que dominó como pocas veces en la historia en el Cabalén, su circuito, el que uso todo el año para sus pruebas. Festejo para el óvalo, que se fue de Córdoba con el 1 todo el fin de semana y en el campeonato, porque Fontana será puntero cuando el TC2000 visite Resistencia. Ganó porque zafó, esa fue la cuestión…

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