jueves, junio 17, 2010

Sudáfrica 2010 - El Equipo: SIN PERDÓN

Argentina es el equipo más peligroso de esta Copa del Mundo en Sudáfrica. De esto, no me quedan dudas, se los aseguro. Lo que si me genera inquietud, después de estas dos presentaciones, es la parte defensiva del equipo. Cuidado, no me refiero a que es completamente vulnerable y que, ante el primer rival que nos enfrente con un poderío ofensivo mayor, todo este fantástico sueño podría derrumbarse. Todavía noto al equipo frágil en ese sector. Sí, el derecho de la defensa. Más allá del error en la conquista de los coreanos de Demichelis y que Jonás no cumple esa función como podría hacerlo otro en su lugar (Burdisso, el ideal por personalidad y conocimiento del puesto, es el comodín en esta zona, y lo mostró en su ingreso por Samuel) Esta selección me ilusiona. Y como tengo ese sentimiento luego de estas dos victorias, por eso, tal vez, quiero verla infranqueable atrás.


Argentina es el equipo que más jugadores impone a la tarea en ataque. Y más si como hoy, el lugar de Juan Sebastián Verón, lo ocupa Maxi Rodríguez. Porque se le agrega una flecha más al resto de este vertiginoso modo de atacar. Es tan pobre lo que hemos visto hasta ahora, que la propuesta de Maradona es maravillosa. Ojo, esto tampoco debe cegarnos. La mezquindad, a veces, tiene premio inmerecido. Sino, pregúnteles a los españoles.

Argentina es el equipo, uno de los pocos, que propone. Aunque parezca gracioso, mientras busca su identidad como equipo, muestra una actitud de flecha. Todos para delante. Y en esa conducta, tiene un conductor de lujo. Al mejor del mundo, tan simple como eso. En el Soccer City, los flashes se los llevó, merecidamente, el goleador del mundial. Gonzalo Higuaín tuvo su destape y gritó por tres. Fue Messi el líder en este segundo paso. Igual que en el primero en Ellis Park. Con una diferencia. Esta vez, se puso en el papel de conducir al equipo. No creó tantas situaciones para él, sino que hizo desplegar más al juego del equipo. Eso se vio en el primer tiempo con el apoyo de Tevez y su mejor versión. Carlitos demuestra que es vital para este equipo. Es el alma y el corazón. Un representante auténtico de cómo está el grupo fuera del campo.


Argentina fue el que tomó la iniciativa ante Corea del Sur. No esperábamos otra cosa. Con dos líneas de cuatro definidas y una marca escalona cuando el 10 argentino tomaba la pelota, el seleccionado abrió el resultado, otra vez, a balón parado. Con el marcador 2-0 post frentazo de Pipita, parecía estar todo dicho. Pero esa falla de Demichelis, la sufrió Argentina. Y no porque los asiáticos hayan creado peligro. El equipo se sumergió en una pequeña siesta en el comienzo de la parte final. ¿Cuántas chances tuvo Corea? Sólo una (Yeom Ki Hun tuvo el empate en sus pies, pero definió sin criterio) Entonces, el técnico tomó la desición.

Mensaje claro de afuera para adentro. Salió Tevez y entró Agüero. Preciso, el Kun se complementó a la perfección con su amigo Messi. Entre ambos, sellaron el resultado, usando a Pipita como actor material. La jugada del cuarto gol fue una demostración de esto. De lo más vistoso del campeonato. Como la misma Argentina.


Falta mucho camino por recorrer. La clasificación está casi definida. Habrá que ver que sucederá contra Grecia, ya que el calendario nos dirá quienes serán el 1 y el 2 del Grupo A, antes de disputar el último encuentro de la zona. Esa es otra historia. Maradona está provocando, junto con los jugadores, su propia novela. Que hasta ahora tiene nada más que dos capítulos, pero bien podría titularse, “Argentina, no te perdona”.

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