Desición tomada. Diego lo hizo. Después de la victoria holgada ante Corea, el jueves pasado en Johannesburgo, el viento parecía traer cambios. Un paso adelante, como lo estaba cuando usaba la 10 en la espalda, Maradona saboreaba varias modificaciones para verse las caras con Grecia. Pero el equipo que supo ser campeón de la Euro 2004, cambio, sólo un poco y por algunos días, el análisis de este partido. Su triunfo ante Nigeria (estaban 0-1 pero una expulsión modificó la historia), le permite llegar a los conducidos por Otto Rehhagel, con aspiraciones al enfrentamiento ante nuestra selección.Mientras se subía al micro, en las puertas del Soccer City, camino a la concentración en Pretoria, tomaba nota: sin Jonás por doble amarilla, afuera Samuel ya desde mitad del primer tiempo, sumado a las amonestaciones de Heinze y el capitán Mascherano, los cambios tocaban el timbre en la cabeza del DT.
Dudó. Lo pensó varias veces. Se los aseguro. En su habitación, recostado en su cama, cerró los ojos y pensó… Licuó esa idea, le dio la forma que le permitió sonreír en esta Copa del Mundo, y se decidió. La lista que llevó a Sudáfrica, le ofrece variantes, sobre todo, para mantener ese poder de fuego que tuvo hasta ahora en la delantera. Para desarmar cualquier teoría, empecemos de adelante para atrás: Agüero y Milito, por Tevez y Pipita Higuaín. El Kun, de geniales 20 minutos contra Corea, y el goleador que mejor cerró la temporada en Europa, podrán mostrarle al técnico que están listos. En la zona de medios, el regreso de Verón y la salida de Masche, es lo saliente. Su lugar será ocupado por Bolatti, un 5 con ADN distinto al del 14. Sin el relevista por excelencia que tiene esta selección, Diego da un indicio. Ante los griegos, la tenencia de pelota será clave. El cordobés junto con La Bruja (recostado sobre la izquierda), tendrán esa tarea. Por la banda derecha, Maxi Rodríguez, se desdoblará en la función ataque-defensa.
La última línea: Otamendi, Burdisso, Demichelis (guiño positivo para darle confianza luego del error ante los asiáticos) y Clemente. Con estos 11, se mantendrá el esquema (4-3-1-2), pero podrá variar y parar a cuatro volantes, sumando a Rodríguez al medio, para que Verón forme el doble cinco con Bolatti y así, provocar menos desgaste físico en JS.
Maradona da descanso a sus futbolistas de cara a la segunda ronda del campeonato. Y está bien. Sólo una catástrofe futbolera podría dejar a la Argentina sin octavos de final. En Polokwane, Grecia no cambiará su libreto. Aunque sabe que necesita los tres puntos para no depender de lo que suceda en Nigeria vs. Corea, no saldrá a buscar el partido. Le cederá el control del juego al equipo argentino y formará un cuadrado en el medio campo para tomar, de manera escalona, las embestidas de Lío Messi. ¡Uy, que maleducado! Me olvide de su cambio.
Hoy, Maradona cumplió años. Una vez más. Y no por su fecha de nacimiento o de sus varias resurrecciones. Se cumplieron 16 años de su último gol en la historia de los mundiales. Ese tiki taka entre Redondo, Caniggia y Batistuta, que terminó con su zurda al aire y la pelota incrustada en el ángulo de… Grecia. Diego, conocedor de viejas historias, tomó una desición. Como en 1994, Argentina jugará con un equipo con hambre de gol. Se vestirá de azul para enfrentarse a los europeos y tendrá al Nº 10 con la cinta de capitán. Eso se llama cambiar. Eso se dice apostarle a la historia.
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