Argentina tiene a su goleador. Y lo mejor es que sólo esperó un partido. Para muchos conquistadores de la redes, eso es una eternidad. Pero al olfato y la necesidad del gol, dicen, hay que agregarle la quietud. Esa pasividad positiva para un delantero. En un torneo de esta clase, donde cada encuentro decide la suerte de la selección y de sus futbolistas, hay que hacerse presente, porque sino, la cola es larga para entrar al rectángulo de juego. Hoy, Gonzalo Higuaín tuvo su tarde en Johannesburgo. Apareció en la mañana argentina. Sin saberlo, entró en la historia grande, en una lista selecta de unos pocos. El Pipita, recordemos, llegó tarde a la selección. Para el enorme ambiente del fútbol, su citación al combinado nacional se dio cuando Maradona se cansó de ver goles y más goles en el Santiago Bernabeu. Mientras el punta, nacido en tierra francesa, se jugaba su patriada contra Cristiano Ronaldo por ser el máximo anotador en el Real Madrid, Diego tomó nota de su espectacular temporada y lo convocó. Goles ante Perú (ese partido en el que el cielo lloraba a cantaros y el Palermo del milagro, llegó) y en el mano a mano frente a los alemanes en Munich (1-0 para el triunfo del equipo), le dieron la titularidad mundialista. Ese debút fue seco. Tuvo dos chances claras, pero el Súper star Enyeama, le ahogo el grito esperado.
Pero esa espera, llegó a su fin. Y no fue uno. Ni dos. Tres fueron las conquistas de Higuaín en el partido frente a los coreanos. De similar factura, ya que esta vez, a diferencia del juego contra los nigerianos, el ex jugador de River se centró en el corazón del área. Cuando el equipo estaba en ventaja, después del gol en contra de Park Chu Young, tuvo su primera aparición: a la salida de un tiro libre sobre la izquierda de La Fiera Rodriguez, Burdisso peinó la pelota y el Pipa metió un frentazo pegado al palo (tardía reacción del arquero de Corea) para ampliar la ventaja de la Argentina a los 33 minutos. Higuaín marcaba el 2-0 y quebraba el maleficio. En el segundo período, cuando los guerreros asiáticos se veían para tratar de empatar, se armó una contra que lideró Messi y el ingresado Agüero. El crack del Barcelona hizo la individual, pero entre el arquero y el palo, le sacaron el gol. ¿Y? Jabulani le fue a los pies a Gonzalo, que sólo la tuvo que empujar. Pero lo mejor, estaba por llegar…
A los 30m había sido su segundo grito; el tercero, llegó cuatro minutos más tarde. En la mejor jugada del encuentro, un ataque voraz de la selección terminó en la red. El 9 comenzó la acción, pase al 10 que se la devolvió al Kun. Ahí, el delantero del Atlético Madrid se la pasó a Lío, y este, con un pase fantástico de cucharita, habilitó a Agüero que se sobrepique se la dejó en la cabeza a Higuaín, que cruzó el remate de cabeza ante la débil defensa. Listo. 4-1 y tres goles para el Pipita. Historia para el nuevo hombre de gol para nuestra selección, ya que se sumó al triplete de Guillermo Stábile en 1930 (3 anotaciones a México en el 6-3) y a la doble triple conquista que estampó Batistuta en USA ’94 (en el 4-0 a Grecia) y en Francia 1998 (5-0 al equipo jamaiquino) Si que se desquitó el delantero.
Elegido como el man of the match por la FIFA, Gonzalo Higuaín mostró sus cartas. Si lo comparamos con una mano del truco, creo que mostró el 7 de espadas y un par de 3 que siempre son batalladores. Los demás, se los guardó para el resto del Mundial. ¿Habrá nacido el nuevo Bati del sigl0 XXI? Empecemos por llamarlo por su nombre, el de Pipita Gol…
No hay comentarios.:
Publicar un comentario