Se viene Corea. En la cuenta regresiva al segundo partido de la fase inicial en la Copa del Mundo, hay novedades. Hay desiciones por parte del técnico. Cuando faltan menos de 48 hs para que asiáticos y argentinos pisen el césped del Soccer City, ese estadio magnífico que albergará la final del torneo, Maradona tiene casi decidido hacer una sola modificación en el 11 inicial. Sin dudas, no es extraño pensar en el cambio. Por la imagen final que dejó la salida de una de las claves del equipo, la situación parecía, al menos, inquietante. Lo que si provoca sorpresa es el reemplazo.
Uno de posesión a otro que hace la banda. Un relevo que deja, a las claras, la idea del DT. La lesión de Juan Sebastián Verón, su contractura en el gemelo de la pierna derecha, producto de su extensa y cansadora temporada con Estudiantes, lo deja afuera del partido frente a los coreanos. Si bien desde Pretoria se informa que se lo esperará hasta último momento, si tuviera que apostar, pongo mis fichas en que el Nº 8 lo verá desde afuera. La lectura invitaría a reservarlo, ya que si su lesión deja de ser molestia y se convierte en desgarro, el regreso de Verón al equipo sólo se produciría si Argentina llega lejos en el campeonato. ¿Y quién ocupará su lugar? ¿Mario Bolatti, de manejo similar a La Bruja? ¿O será el turno de la joya que para Diego significa Pastore, y así potenciar el ataque argentino? Ni uno, ni otro. Argentina buscará la clasificación con un doble pistón.
Primero, se pensó en Burdisso para reformar la línea de cuatro defensas, agregando un central más, pero que ha jugado en Boca y en su paso por Italia (antes en el Inter, hoy en la Roma) como lateral. Pero según pasaron las horas, en la cabeza del cuerpo técnico creció la imagen de Maxi Rodríguez haciendo un surco (más dos goles) en la despedida de la selección frente a Canadá en River. Si nos dejamos engañar por ese amistoso, la desición no es correcta. A ver, con el ingreso del actual futbolista del Liverpool inglés, se gana en recorrido y vértigo. El juego del equipo cambiaría en su forma de atacar y defender. En zona ofensiva, Argentina jugaría con tres volantes para cubrir el ancho de la cancha. Si repasamos, Mascherano volvería a ser el mediocampista central, acompañado por Di María por izquierda y Rodríguez por el costado derecho. Este esquema, sumado a Messi como enlace y Tevez-Higuaín en dupla ofensiva, dejaría al equipo sin un organizador y mantendría a Jonás Gutiérrez como “4”. Carlitos tendría menos obligaciones defensivas y pasaría a formar un tridente puro con Lío y Pipita. Tentador, ¿no?
Con este cambio, Maradona tratará de ser punzante en ofensiva, contra un rival que planteó un esquema dinámico frente a Grecia, con la llegada de muchos volantes y una sola referencia de punta. Podemos analizar que, como sucedió vs. Nigeria, Jonás se podría sumar a la zona de medios y así correr a Maxi de doble 5, más adelantado para ayudar a Lío en el circuito de juego. Lo que si tendrá que solucionar Maradona es el hueco que dejó el 17 cada vez que se sumó al ataque. Tal vez, pensando en que Rodríguez tiene mayor recorrido, podrá alternarse y relevar a Jonás cuando sea necesario.
La desición parece estar tomada. No habrá cambio de característica telefónica (4-3-1-2), pero si de interpretes. Sin un reemplazante natural para Juan Sebastián, Diego optará por darle una segunda chance a Di María (flojo rendimiento ante los africanos, aunque no se jugó por su sector) y bancar al galgo en la banda derecha. En la previa, el rival, por historia y presente, lo permite. De posesión al doble pistón por derecha, esa es la desición de DM. En la cancha, veremos si resultará...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario