miércoles, mayo 27, 2009

TC en Rafaela: VOLVIO EL GIGANTE


Es un grande. Aunque su talla lo disimule. Después de 17 años de su debút en el automovilismo argentino (Formula Renault), ese hombre que supo transitar los caminos de la F1 sobre un Sauber, está de regreso. Porque él lo necesitaba. Lo querían todos los amantes del buen manejo. Y sobre todo, los fanáticos de una marca que lo tiene de vuelta en sus filas. La familia de Dodge está contenta, porque Fontana se subió de nuevo para volver a ser protagonista en el Turismo de Carretera. Y lo hizo en un circuito tremendo. El más rápido de la Argentina y con la mejor final en lo que va del año. Volvió.

En 1907 se fundó el Club Atlético Rafaela. Eran tiempos donde el fútbol era pilar de este tipo de instituciones que nacían en el amateurismo. Pero 12 años después, un 25 de mayo de 1919, la primera piedra se depositó para marcar el camino de una construcción con bases bien tuercas. Una ciudad que se ha transformado en sinónimo de la velocidad. De los fierros. De amantes de los autos. Y de las motos, también. La construcción del autódromo, en 1953, marcó a fuego a la ciudad en una provincia deportiva por excelencia. Y en ese ámbito, una nueva carrera del TC se vivía desde que Pechito López había sido el Torero en Termas de Río Hondo. ¿Tan temprano?

Cuando el Torino plateado del cordobés comenzaba a demostrar que esa victoria sólo sería el comienzo de una supremacía que hace mucho tiempo no se ve en la máxima, la ACTC le sacó las papas fritas a la milanesa que se había empezado a comer la familia de los toros. ¿Miedo a vivir lo que sucedió a finales de la década del ´80 con el Fairlane de Oscar Angeletti? Bingo gritaron en las arcas que conduce Oscar Aventín. A partir de esto, una medida cautelar se decidió para ver que iba a pasar en Rafaela, donde la aerodinamia y la potencia de los motores (donde se tocó al Torino) es clave en el dibujo final del fin de semana. Ahora, a la pista…

Con López como el más rápido del sábado, Jalaf y Ciantini como las potencias en las series, pocos pensaron en la posibilidad de que Fontana cortase una racha larga. Larguísima. Romper una serie de 30 fechas y casi dos años (desde el 3 de junio del 2007 en Nueve de Julio) sin victorias en la categoría. Y cuando el último ganador empezó adelante, todo parecía tener el mismo final que en Santiago del Estero. Pero Fontanita salió a comerse a todos. Primero, en una maniobra que dio para la polémica, se libró de Pechito (toque en la cola del arrecifeño que de casualidad no perdió el control del auto) y luego fue por el Bocha. Ciantini vs. Fontana. Chevrolet vs. Dodge. Cuando el auto de seguridad permitió la onda verde, el de Balcarce sólo pudo ver como el campeón del 2006 se lo devoró. Era la vuelta 12 de la final en el Ovalo que mostró un lleno repletó de la gente y como los autos rozaban al final de la recta principal los 290 km/h. Un show de velocistas.


Y así fue como un día de otoño volvió el Gigante, ese que ganó en su carrera 100 en el TC. Ese que estuvo con cara larga todo el 2008 porque veía como sus otros dos compañeros de equipo en el JP (Ortelli y Silva) luchaban por el 1. En la final que mostró mayor emoción, más sobrepasos y desilusiones en los que estaban arriba en el torneo (abandonó Guillermo, Castellano, Ugalde y Aventín empezó bien pero terminó mal el domingo), Fontana volvió a lo grande. Como lo es él. Y encima, se subió a la punta del campeonato. Un Gigante.


LA 6º FECHA DEL TURISMO CARRETERA - OVALO DE RAFAELA

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