Una definición digna para el final de la temporada Nº 25 de la historia de nuestra liga. Esta competición que ha sido ejemplo para todo el deporte en la Argentina (y también en el mundo) por la continuidad de un trabajo que empezó León. Sí amantes del básquetbol, tal vez como nunca antes hoy, en menos de dos horas en el estadio Orfeo, la naranja volará por los aires en búsqueda de encontrar el mejor de mejores. Porque los que tenían que llegar, llegaron. ¿Alguien tiene alguna duda? Creo que nadie. Y nadie de verdad se la va a perder. Estén en Córdoba o en Mar del Plata, la vean por TV o la escuchen por radio, el país entero va a estar atento a lo que ocurra con esta gran final. Esta temporada lo merecía. Atenas y Peñarol, también.
Los dos más grandes. Los dos con más historia. Sin dudas. Nunca ocurrió que los finalistas llegaran a la serie decisiva con el mismo récord: 33-11 en la etapa regular y 6-2 en los playoffs. El Griego y el Milrayita son los únicos que superan los 1000 partidos jugados en la Liga: 1223 y 1026, respectivamente. Si hablamos de los de Verde, sabemos que estamos en presencia del equipo top de nuestra historia: Van a disputar su 14º final en 25, son los más ganadores de la historia y buscan su noveno título. Nunca perdieron una definición en la que llegaron con ventaja de cancha, como se dará en la presente 08/09. Así se dio en seis de sus ocho conquistas (87, 88, 91/92, 97/98, 98/99 y 01/02). En las otras dos (90 y 02/03) consiguieron el título pese a haber arrancado la serie como visitantes. Si la LNB tiene su propio libro con la leyenda de muchas situaciones vividas, Atenas tendría que tener otro en paralelo porque las páginas merecidas serían más de la mitad…
Recuerdan ese día del mes de diciembre de 2008 cuando el destino junto a estos dos planteles en una cita histórica. Algo que ya había ocurrido en el verano del ´94. El estadio Super Domo quedaría en el recuerdo la noche del 25 de enero. Atenas, con Magnano y Osella, se hizo fuerte y se impuso 77-75 cuando la chicharra sonaba con fuerza. La Feliz era protagonista de un hecho histórico: el equipo cordobés frenaba la marcha de 17 victorias al hilo del Milrayita del Che García y Marcelo Richotti. Si regresamos en el tiempo hasta el pasado cercano, esta vez el Polideportivo fue testigo de otra noche mágica. Peña se cobró la deuda después de casi 15 años y frenó, también en la desgracia, el número de victorias consecutivas de los griegos. ¿Qué más?
En menos de una hora, las tribunas del Orfeo van a comenzar a deleitarse con la serie que todos quieren ver. El estadio va a estar repleto y pasará a ser el partido con mayor concurrencia de público (con casi 10.000 almas cordobesas y marplatenses), superando a aquel parquet castigado que vistió al Luna en la final Boca vs. Atenas, donde Fabricio Oberto fue amo y señor de la serie que cerró en paliza (4-0)
Grandes jugadores, campeones olímpicos, participantes de la última gesta en Beijing y nombres que cualquier equipo quisiera tener, marcan lo bueno que va a ser ver esta definición. ¿Resultado final? Difícil predecirlo. Lo único que les pido es que tomen nota: el segundo partido se jugará el viernes en Córdoba, el tercero y cuarto el lunes y miércoles en Mar del Plata y, de ser necesario, el quinto el 20 en Córdoba, el sexto el 24 en el Poli y el séptimo el 27 en el Orfeo.
¿Habrá algo mejor? La crónica que había dejado ese partido relevante en la historia dijo… “Ese abrazo entre dos grandes marcaban el camino de lo que iba a darse en el suelo. Ambos planteles dejaron todo…” ¿Habrá saludo afectuoso entre dos enorme DT´s como Magnano y Oveja Hernández? Habrá que esperar. A disfrutar. Y por lo que se espera, no hay dudas que será una fiesta.
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