viernes, mayo 22, 2009

Nota de Foto: EL FINAL


El fin de una historia. Y más que rica. Y más que histórica. Ese Apertura 08 de la mano de los 20 goles de Palermo, las asistencias del mellizo Guillermo y la seguridad de la dupla Bermúdez-Samuel, le daba al equipo de Carlos Bianchi en pasaje directo a la primera Libertadores del nuevo milenio. Torneo que Boca supo ganar por penales en el mítico Morumbí con las atajadas del colombiano Córdoba. De ahí en mas, la institución cosechó tres Copas más, dos Sudamericanas y tres Recopas. Sin dudas, el club más importante del continente. Pero el jueves algo se quebró. La Copa del 2009 quedará en la memoria del fin de una era. ¿Si lo que vendrá será peor, igual o incluso mejor en logros conseguidos? Nadie lo sabe. Pero el ciclo más exitoso en la historia del Boca se terminó.

Se terminó por varias cuestiones. Una de ellas, tal vez la que tiene que ver con la interna del plantel, es que los dos líderes del vestuario, Palermo y Riquelme, ya no se pueden ver. Porque son personas distintas que piensan de forma diferentes y que viven la vida desigual. Basta con escuchar las declaraciones post eliminación frente a Defensor Sporting. Sirve ver como el 9 tardó menos de cinco meses en recuperarse de una rotura de ligamentos a los 35 años, mientras el 10 se entra con malos ánimos y sin muchas ganas. Verdad pura. Realidad incontrastable. Acá no hay intensión en beneficiar o sepultar a uno o a otro. La cosa es así. Así de simple. ¿La mayoría? Apoya al goleador.

El otro tema que da para el análisis es la llegada de Bianchi y todo lo que esto a provocado con el mundo Boca. Desde el fallecimiento de Pedro Pompillio, Amor Ameal se tuvo que hacer cargo de la presidencia Xeneize. Hombre ligado a las peñas bosteras, con poco conocimiento para liderar un club mundialmente conocido, tomó la decisión de traer el DT más ganador de la historia del club. Como bien se lee, el DT. Porque su designación como manager del club, hasta ahora, no ha hecho más que traer problemas: un técnico campeón como Ischia que se siente aprisionado por su presencia (su relación no es la de antaño), jugadores molestos por el alto contrato (US$ 1.750.000 por año) en tiempos donde el club quiere reducir costos bajándole a sus propios futbolistas consagrados, mal manejo en las negociaciones y cuestiones varias que dejen en falta a la dirigencia. ¿Pero no era que Boca era rico? Era…

En los buenos tiempos de la presidencia de Macri, cuando el superávit era moneda corrientes igual que las ventas millonarias, parece haberse acabado. La bóveda del tío Rico pasó a ser un lugar en donde el dinero escasea. Muchos dicen que los elevados sueltos fueron una de las razones. ¿Por esto el club de la Ribera le tuvo que pedir más de $ 10.000.000 a la AFA para pagar cuotas adeudadas? Las malas lenguas están en todas partes. La cruda realidad nos muestra que la elección del actual presidente en darle un excesivo poder al Virrey puede marcar el futuro cercano. Sino se toman medidas, la economía de la institución se puede ver aun más conmovida.

Son horas movidas en Boca. El técnico está por ser cesanteado en horas de su cargo. Vélez parece ser su despedida. Ameal no lo quiere más. ¿Bianchi? Hay que respetarle el contrato, dice su ex compañero en el fútbol. ¿Se pueden ir los dos Carlos al mismo tiempo? Habrá que ver. La Comisión Directiva piensa que el contrato de Bianchi no se podrá renovar a fin de año por su alto valor. ¿El de Ischia? Se cancela rápido. ¿Se viene el Coco? Ya hubo sondeos. La renovación del plantel parece haber comenzado: Viatri se iría al Siena y el león de este equipo, Seba Battaglia viajaría para jugar en Lazio. Ibarra, Figueroa, Gracián encabezan la lista de los que se quitarán la azul y oro. Pero la gran incógnita será ver que pasará con la lucha de poderes entre uno y otro. ¿Podrán Martín y Juan Román volverse a mirar las caras sin tirarse con toda la artillería? Los próximos días hablarán por sí mismos.

El 21 de mayo de 2009 quedará como el día en que no sólo Boca perdió por la Libertadores en la Bombonera después de seis años (0-1 con Paysandú en ´03) Marcó la historia como el principio del fin. Un fin que parece acabar pronto. Quién diría que esa estruendosa salida con papelitos y fuegos artificiales que duraron más de seis minutos serían el cierre para un ciclo más que glorioso, ¿no? El destino dirá que pasará. Pero esta etapa, llegó a su fin.

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