viernes, octubre 10, 2008

SQUASH: Primer Congreso en la Argentina


El squash es un deporte que si bien no es de los más difundidos cuenta con numerosos simpatizantes en el país que lo practican de manera recreativa y competitiva. Con la intención de promocionarlo aún más se realizó, entre el viernes y el sábado de la semana pasada, el Primer Congreso Internacional de la disciplina en Buenos Aires.

El evento estuvo compuesto por 24 conferencias, tuvo partidos de exhibición, clínicas para árbitros y entrenadores y un trade show, donde la marcas pudieron tomar contacto con los deportistas para presentar las últimas tendencias. Además, asistieron estrellas como el Campeón Mundial canadiense Jonathon Power, considerado el “Maradona” del squash, y asimismo el mejor jugador argentino de la historia, Federico Uzandizaga, entre muchas otras estrellas de este deporte.

El Congreso estuvo destinado a aficionados, desde niños, adultos, jugadores, aficionados, profesionales, dirigentes, dueños de clubes, entrenadores y todos aquellos interesados en esta práctica deportiva.

El squash es un deporte de raqueta que se practica bajo techo (en un cubículo cerrado por paredes en sus cuatro lados) con 2 jugadores y una pelota de goma que puede tener distintos grados de velocidad o rebote. Los jugadores golpean la pelota con sus raquetas haciéndola rebotar en la pared frontal de la cancha. La pelota puede rebotar en todas las paredes cuantas veces sea necesario y en cualquier orden, siempre que golpee en la pared frontal o frontis, pero sólo puede rebotar en el suelo una vez antes de que se considere un punto para el contrincante.

Se juega al mejor de 5 o 3 juegos y cada juego se disputa en función de uno de los dos sistemas existentes. Por un lado el Standard que se realiza hasta 9 puntos, donde un jugador obtiene un punto siempre que gana una jugada en la que sirvió y, en caso de empate a 8, el jugador que recibe puede elegir terminar en 9 o a 10. El otro sistema es el Pars, a 11 puntos pero cada jugada ganada suma un tanto y, en caso de empate en 10, el primero que suma dos de diferencia es el que gana. Algo similar a los sistemas de voley.

El juego comienza con un servicio. El servidor debe golpear la pelota directamente al frontón entre las líneas de servicio y de fuera. A menos que sea voleada, el primer pique de la pelota en el piso debe ser en el cuarto de cancha opuesto al cuadro de servicio, sin tocar la línea corta o la línea de media cancha. El servidor mantiene su condición hasta perder un rally, momento en el cual su oponente toma el saque; este procedimiento continúa a lo largo del partido. Al inicio de cada game, el ganador del anterior sirve primero.

Un sueño hecho realidad. Esas serían las palabras de Daniel San Martín, el hacedor de este Congreso que tuvo la concurrencia de personajes de la disciplina provenientes de diferentes lugar de América, cerró con una gran exhibición del canadiense Power. Justamente poder y consecuencia es lo que le faltan (dentro de otras acciones) al squash para que la gente lo conozca. Esto fue el primer paso para que, quien dice, en corto tiempo estemos hablando de otra movida deportiva en la Argentina…

MIRÁLO A POWER Y CONOCÉ AL SQUASH

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