El culebrón del momento parece ser. Y es sólo el lugar donde se va a jugar una serie de Copa. “La” serie. La finalísima de la Davis está esperando que le digan donde tiene que ir para vestirse de gala y maquillarse a tono de lo que será, para muchos, un evento histórico para la Argentina. Y ni que hablar para el tenis nacional, que ha esperado una definición por la Ensaladera de Plata desde que un tal Guillermo Vilas y compañía estuvieron a pasos de lograrla. El tema es a donde vamos. ¿Será la provincia del fernet? ¿O la ciudad de los alfajores y lobos marinos se llevará el duelo frente a España? Donde va, donde va…
El litigio en lo deportivo y organizativo, claramente, tuvo un giro de 180º la semana pasada cuando los actores políticos de las provincias postulantes a ser sede de la final, se expresaron. Apuntalaron de manera orgullosa y pretensiosa, sus ideas sobre porque se debería hacer en cada recinto este cotejo frente a los españoles. Pero todo evento de atracción mundial, como será recibir a uno de los cinco mejores deportistas del momento, busca casi por si mismo el poder de quien será el supremo en todo esto. Un llamado del Jefe de Gabinete nacional al director ejecutivo de la Asociación Argentina de Tenis, otro parecido del Gobernador de la provincia de Bs. As. con la intención de sumarlo poco menos de 10.000.000 dólares al apoyo oficial, suenan tentadores, ¿no, ITF?
Si bien Mar del Plata con su estadio Polideportivo Islas Malvinas puso sobre la mesa el espaldarazo político del país, Juan Schiaretti (Gobernador cordobés) sueña con que el Orfeo capitalino salga en el bolillero. Las disputas por analizar quien tiene una mejor capacidad hotelera, espacio acorde en las cercanías del estadio para la estructura montada por la organización oficial y cuestiones de movilidad área, se pusieron en un primer plano.
¿Pero no era que se iba a priorizar lo deportivo por sobre el interés creado por todas las partes? Eso dijo en La Licuadora Deportiva el vicepresidente de la AAT, Arturo Grimoldi, cuando se le consultó sobre si la palabra de Mancini y sus jugadores sería tomada en cuenta. Esta claro que se jugará sobre carpeta. Y también que será indoor. ¿Nalbandian ya puede estar contento? Parece que sabe algo más: “Los jugadores nos vamos a Córdoba”. Con su rubia cabellera, el jugador emblema de esta Legión sirve como vocero de, al parecer, todo un equipo unido.
Según esos que dicen conocer porque Argentina quiere llevar a Rafa Nadal a Córdoba, se basan en una causa principal: la altura. Si los tenistas españoles se quejaron porque la serie con Estados Unidos se disputó en los 400 metros sobre el nivel del mar que tiene Madrid, peor serían los 600 metros de Córdoba capital, como decía el Potro Rodrigo. Con la altura, la pelota viaja más rápido y eso favorece a los singlistas locales. La desición parece estar tomada. Y así lo reflejó la designación del Superdomo como primera opción del tenis argentino para disputar la final. Detrás, queriendo meter el hocico en una definición que tendrá en manos la dirigencia de la Federación Internacional el viernes, esta La Feliz. Con sus millones y la insfractuctura para recibir a los más de 3.000 españoles que visitaran suelo argentino.
El tema parece ser cosa juzgada. Mientras todos se muerden las uñas a la espera de la pronunciación concluyente (dirigentes, políticos, jugadores y el público, porque no) hay otros que están anotando que le van a traer a sus amigos como souvenir. Igual, antes hay que probar. Habrá que ver quien tiene más posibilidades. El fernet (la bebida cordobesa por excelencia) o los alfajores más ricos del mundo (¿quién se puede negar a uno de chocolate?). Porque hay cosas más relevantes que el Poder comerse la Ensaladera…
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