Por lo que se está manejando en los medios y por propias informaciones que llegan a través de los directivos de la Asociación del Fútbol Argentino, los dos principales nombres que aparecen para suceder al Coco Basile en la Selección son Carlos Bianchi y Diego Maradona. A pocos pasos también se instalan Sergio Batista y Miguel Ángel Russo.
Julio Grondona y sus secundados tienen la difícil tarea de elegir a un director técnico a menos de dos años del próximo mundial, en un momento de crisis futbolística y sabiendo que hay que aprovechar una situación en donde se conjugan camadas campeonas juveniles en 2005 y 2007, junto a la experiencia de grandes jugadores de mayor edad.
Hay que aprovechar el momento y elegir a un técnico sumamente inteligente. Un técnico que tenga llegada a los jugadores e imprima respeto. Un técnico que sea líder y que pueda aminorar las figuras de los jugadores. Ese perfil se puede encontrar en Carlos Bianchi.
Y es que no hay que tomarlo sólo por todos los títulos que ganó. Hay que tener en cuenta los planteos tácticos que tiene, su sabiduría a la hora de leer los partidos, su historia con la productividad de los cambios que efectúa. Elegirlo al Virrey, en este momento, sería acertado también por la jerarquía que le daría su renombre al puesto un entrenador. Es pensar con la cabeza.
Lo de Maradona tiene sus pro y sus contras. Sus palabras seguro no van a tener discusión. La figura fuerte que necesita el seleccionado va a estar y, además, va a tener un plus por lo que significa para todos los jugadores argentinos. Además, Diego genera unión y su liderazgo imprime una motivación que sólo él puede lograr.
El punto negativo es la experiencia y el aspecto táctico / estratégico. Sólo dirigió, ya hace muchos años, a Deportivo Mandiyú de Corrientes y a Racing en procesos que no producen buenos recuerdos, con un Maradona inmerso en polémicas, con ausencias a los entrenamientos inclusive. Sus equipos jugaban mal y sus periodos en esos clubes, indefectiblemente, fueron cortos.
Este aspecto es lo que le quita metros en su carrera a la Selección. Sin embargo, está ampliamente interesado en dirigirla y para eso se contactó con Pedro Troglio para que forme parte de su cuerpo técnico. Maradona, rodeado de gente de experiencia, suma los puntos que antes no tenía. Igual a tomarlo con pinzas, por su personalidad no se sabe cuanto escuchará a sus colaboradores por lo que no dejará de ser un experimento.
A priori, con las cartas de presentación de cada uno, Bianchi es la opción racionalmente correcta. Además, el ex técnico de Boca y Vélez tiene una característica poco común en otros entrenadores. Sabe exprimir al máximo el rendimiento de sus jugadores. Tiene un mensaje claro para trasladar sus ideas al campo de juego. Esto se demuestra a través de los 15 títulos que consiguió (8 de ellos internacionales) y en donde se puede decir que sólo tres de sus dirigidos tuvieron trascendencia a nivel mundial: Juan Román Riquelme, Carlos Tévez y Walter Samuel; se puede nombrar a Nicolás Burdisso también pero no mucho más. Uno repasa una lista de sus jugadores y se dará cuenta que, más allá del entorno de Bianchi, no gravitaron.
Esto demuestra como sin individualidades notables (aunque sí grandes jugadores) pudo formar grandes equipos.
Si bien no es lo mismo conducir clubes y el seleccionado, tiene un amplio pergamino para hacerse cargo del puesto que merece, que pide la gente en la mayoría de las encuestas y, teniendo en cuenta que ya está tocando los 60 años, no se sabe cuanto tiempo más dirigirá. Sería una lástima que el técnico más exitoso de la historia del fútbol argentino no tenga un paso por el fin de cualquier colega, la Selección argentina.
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