En una entrevista exclusiva con La Licuadora Deportiva, el judoca Miguel Albarracín, hizo referencia al gran momento deportivo que atraviesa, a la clasificación a los Juegos Olímpicos, luego de obtener el oro Panamericano en Río de Janeiro 2007, y también al sacrificio y gran cantidad de horas de entrenamiento que le otorga a su deporte.
Para el Negro, oriundo de Santiago del Estero, toda la hiperactividad que mostraba de chico la pudo canalizar gracias al Judo que, sumado a la musculación, el trabajo aeróbico y el sacrificio, es su estilo de vida y en el que se encuentra en un gran momento.
Más allá de apartar de su vida aspectos personales, donde la mayoría de las personas experimentan, Albarracín fue capaz de dejar de lado mucho para abocarse a esta disciplina que lo llevó a conseguir una medalla de oro y otra de bronce en los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro 2007; cuatro preseas en campeonatos Panamericanos, un oro en la Copa del Mundo de Rótterdam, Holanda en el 2004, entre lo más importante.
Además, Beijing no será su primera experiencia olímpica ya que fue integrante del equipo de judo en Atenas 2004, donde finalizó en la novena posición en la categoría de hasta 60 kilos, la misma en la que participará en apenas unos días. Para llegar de la mejor manera a China, el atleta de 27 años, participó en el Panamericano de Miami, donde obtuvo una medalla de plata y en giras europeas.
De gran temperamento y con mucha cautela se escucha hablar a Albarracín, que vive en Rosario, sobre los Juegos Olímpicos. Durante la charla con La Licuadora Deportiva, el judoca mostró confianza gracias a su gran preparación y dedicación con el objetivo puesto en China. Ante una aproximación hacia un resultado en estos Juegos Olímpicos prefiere reservar su opinión. En pocos días será el momento de hacer explotar tanto silencio.
Para el Negro, oriundo de Santiago del Estero, toda la hiperactividad que mostraba de chico la pudo canalizar gracias al Judo que, sumado a la musculación, el trabajo aeróbico y el sacrificio, es su estilo de vida y en el que se encuentra en un gran momento.
Más allá de apartar de su vida aspectos personales, donde la mayoría de las personas experimentan, Albarracín fue capaz de dejar de lado mucho para abocarse a esta disciplina que lo llevó a conseguir una medalla de oro y otra de bronce en los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro 2007; cuatro preseas en campeonatos Panamericanos, un oro en la Copa del Mundo de Rótterdam, Holanda en el 2004, entre lo más importante.
Además, Beijing no será su primera experiencia olímpica ya que fue integrante del equipo de judo en Atenas 2004, donde finalizó en la novena posición en la categoría de hasta 60 kilos, la misma en la que participará en apenas unos días. Para llegar de la mejor manera a China, el atleta de 27 años, participó en el Panamericano de Miami, donde obtuvo una medalla de plata y en giras europeas.
De gran temperamento y con mucha cautela se escucha hablar a Albarracín, que vive en Rosario, sobre los Juegos Olímpicos. Durante la charla con La Licuadora Deportiva, el judoca mostró confianza gracias a su gran preparación y dedicación con el objetivo puesto en China. Ante una aproximación hacia un resultado en estos Juegos Olímpicos prefiere reservar su opinión. En pocos días será el momento de hacer explotar tanto silencio.
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