Luego de no haber podido clasificar a los Juegos Olímpicos, la Selección Masculina de Hockey sobre Césped entabló un nuevo rumbo con Carlos Retegui como nuevo entrenador y con diferentes objetivos para lograr estar entre los mejores del mundo. El inicio fue con un tercer puesto en el Champions Trophy que permite hacer ilusionar al mundo del Hockey.
Lugar: Rotterdam, Holanda. Torneo: Champions Trophy, uno de los tres más importantes del deporte junto a los Juegos Olímpicos y al Mundial de la disciplina. Objetivo: Jugar como si fuera un Juego Olímpico, torneo al que no pudieron acceder. Rivales: los mejores del mundo.
El panorama mostraba muchos desafíos juntos sumados a la llegada de Carlos Retegui como entrenador. Argentina venía de perder la clasificación olímpica, casi al mismo tiempo que Sergio Vigil se despedía del grupo, luego de un ciclo irregular, lleno de cuestionamientos y discrepancias entre jugadores y cuerpo técnico.
El torneo se inició con un empate en dos ante Alemania, último campeón de esta competencia. Luego, una victoria por 2-1 sobre Australia, Oro en Atenas 2004. El tercer golpe fue nada menos que frente al local Holanda, por 1-0. Ante España, los argentinos perdieron el encuentro, 2-1, pero no las chances de llegar a la final. Al enfrentar a Corea del Sur, Argentina volvió a mostrar el buen juego que lo caracterizó durante el torneo. Fue victoria 4-2. Argentina, por resultados propios y ajenos, accedió a disputar el bronce ante Holanda. La Selección dirigida por el Chapa Retegui ganó 5-3 en penales, luego de haber terminado el tiempo regular 2-2. Así, por primera vez en la historia de este deporte, un equipo masculino lograba esta posición en un torneo de estas características.
Sin competencias de alto nivel este año; sin la posibilidad de disputar el Champions Trophy el año próximo, ya que la única posibilidad de acceso era obtener el primer puesto en la edición 2008; y sin el apoyo de los que deberían estar cerca del grupo, más allá de diferentes formas de ver al deporte, esta Selección entró en un proceso de maduración que mezcla juventud con experiencia, muchos partidos a nivel internacional (aunque no los suficientes) y una relación muy buena entre Retegui, el resto del cuerpo técnico y los jugadores.
Con este tercer puesto histórico, la vuelta de jugadores como Matías Vila, la búsqueda de la excelencia propuesta por el Chapa Retegui, este grupo confiere una gran ilusión respecto al buen juego, a la presencia de un equipo maduro y, por fin, la llegada de resultados que son fundamentales para que Argentina pueda continuar su camino al primer nivel mundial.
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