domingo, julio 27, 2008

LIO, LA PULGA.... PERNÍA

"La primera vez que me subí a un TC fue en 1997, en Balcarce. Papá estaba probando y me lo dio para que lo llevara de la primera curva hasta los boxes. Y di cinco vueltas a fondo Cuando me bajé, me corría alrededor del coche para cagarme a trompadas". A corazón abierto, el Tano. Como su historia en el fútbol argentino lo demostró ser un tipo visceral, echo para el club con el cual se destacó (Boca Juniors) durante su carrera, Pernía ya se daba cuanta que el menor de los hermanos tenía destino de pista y no del césped de la Bombonera. Ese fue el amor a primera vista. Bah, para decirlo de mejor forma, amor a primera a fondo…


“Estaba en el grupo con Samuel, Battaglia y hasta Riquelme, pero el técnico, que era el Bambino Veira, casi no tenía en cuenta a los pibes. Encima, después vino García Cambón, que estaba peleado con mi viejo, y me dijo que me buscara club". Leonel supo en aquella época que esa desición ajena, lo empujó a dejar de correr la pelota por los laterales y pasara a pensar en correr autos por las pista. Pero antes de volcarse de lleno a los circuitos (participó en el TC del Atlántico con dos victorias y cumplió buenas actuaciones en el Turismo Nacional), la crisis que desembocó en la escapada del ex presidente De La Rúa por el techo de la Casa de Gobierno en 2001, lo hizo emigrar y probar suerte en los Estados Unidos, donde se dio cuenta que esa vida no era para él ni para toda su familia. A partir de ahí, volvió a sentirse vivo y con la ayuda de papá Vicente, le comenzó a dar forma a su vida como piloto.

Después de buscar esos huecos libres y de negociaciones arduas, el equipo Honda le abrió la puerta del TC 2000. Y él no lo desaprovechó para nada. Todo un desafió para aquél joven que le había robado el auto de Turismo Carretera al viejo y querido Tano. El segundo lugar en medio del barro en el Chaco pareció marcar el punto culminante. Pero, fiel al estilo de los Pernía, Leonel fue por más, empujado por este momento sorprendente, que hace tres semanas lo hacia ganar su primera competencia en la Clase 3 del TN. ¿Pero Lio llegaba como candidato al Oscar Cabalén de Córdoba? Poco y nada.


Largó desde la séptima posición en la final, lugar que ocupó en la bandera a cuadros de la Clasificatoria. La definición lo encontró entre grandes sobrepasos y la cuota de suerte que siempre se necesita para ser el Nº 1. Con el 8 se comió a Werner, Josito di Palma y Carducci, aprovechó el recargo a Pechito López por adelantarse en la largada y le cayó del cielo el abandono de Martín Basso. El piloto de Ford llevaba algo así como 17 segundos (no venía a nadie por los espejos) pero el motor dijo basta y la estela blanca que provenía de la máquina fue un “habemus victoria” para Pernía, que sabía que tenía la chance más importante en sus manos.

Y así completó el primer capítulo del libro de su historia en el automovilismo grande del país. Algo tan parecido como aquél paseo con el Falcon de papá por la sierra Lavarropa, fue el desenlace de esta 7º final del año para la categoría que vio a su séptimo ganador. Al fin y al cabo, cuando Lionel jugaba con la del Xeneize en las Inferiores era lateral y ahora, después de esta excursión por Alta Gracias, se calzó la 7 y es llamado en los boxes como la Pulga Pernía…


El Campeonato: Suma, suma y no deja de sumar... En el 4º puesto se ubicó el actual puntero del torneo, Guillermo Ortelli. Con esta victoria, son siete los ganadores diferentes en las siete presentaciones de la categoría. ¿Los puntos?
El torneo sigue liderado por el piloto del Rombo con 101 puntos, seguido por Matías Rossi con 67, José María López con 64 y Christian Ledesma con 59.

La Próxima: Para muchos, es la gran fiesta del automovilismo del año. Un show digno de ver y comparar con las mejores categorías de Europa. Se vienen los 200 kms. en el Autódromo "Oscar y Juan Gálvez", que albergará a los mejores pilotos del país y del resto de Sudamérica y el viejo continente.

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