El tenista Juan Martín Del Potro confirmó todo el potencial que viene demostrando desde su debut en el circuito en el 2006, tras vencer al ex top 10 Richard Gasquet en el polvo de Stuttgart por 6-4 y 7-5 y hacerse así con su primer torneo de ATP. Este logro le permite ascender al puesto 44 del ranking mundial.
Entre críticas y bajones tenísticos que sufre el presente de la exitosísima Legión argentina, el tandilense dejó en claro que tiene mucho para demostrar y que el camino a la gloria recién está comenzando. No por nada este año había logrado sus mejores actuaciones al ser eliminado en semifinales de Hertogenbosch por David Ferrer y en cuartos del ATP de Munich por el marroquí El Aynaoui.
En febrero de 2007 le regaló al público argentino su primera alegría, nada más y nada menos que en su debut en la Copa Davis, al vencer en el partido decisivo de la serie al austríaco Jürgen Melzer luego de los cinco sets del maratónico partido y brindar el pase a los cuartos de final. Ahora, con algo más de experiencia, jugó y ganó su primera final de ATP sin que le tiemble la muñeca.
Su altura (1,95m.) le permite basar su juego en el servicio, y si anda derecho... los resultados salen a la vista. Los 24 aces a lo largo de todo el certamen le permitieron barrer uno por uno a Evgeny Korolev, a Simone Bolelli -a quien le cedió el único set que perdió en el torneo-, al local Philipp Kohlschreiber y a su compatriota Eduardo Schwank, también de gran momento.
Lo que más llama la atención es su crecimiento dentro de las canchas. A diferencia de sus inicios en el circuito grande del tenis, el joven de 19 años se encuentra en su mejor momento: muy confiado desde el servicio, no es para nada tosco pese a su altura, le gusta jugar en la red y resuelve muy bien las pelotas bajas.
Es por ello que, a partir de ahora, no será uno más, será del montón. Tiene haberes que le permiten ser una “joven estrella” y parte del futuro del tenis argentino estará puesto dentro de su mochila. Quizá irá algo cargada, pero no caben dudas que de seguir así no tendrá de qué preocuparse.
Por lo pronto queda mucho recorrido, pero sin dudas todas las vistas estarán puestas en su supuesta inclusión por parte de Alberto Mancini para disputar las semifinales de la Copa Davis ante Rusia, como visitante, entre el 19 y 21 de septiembre.
Entre críticas y bajones tenísticos que sufre el presente de la exitosísima Legión argentina, el tandilense dejó en claro que tiene mucho para demostrar y que el camino a la gloria recién está comenzando. No por nada este año había logrado sus mejores actuaciones al ser eliminado en semifinales de Hertogenbosch por David Ferrer y en cuartos del ATP de Munich por el marroquí El Aynaoui.
En febrero de 2007 le regaló al público argentino su primera alegría, nada más y nada menos que en su debut en la Copa Davis, al vencer en el partido decisivo de la serie al austríaco Jürgen Melzer luego de los cinco sets del maratónico partido y brindar el pase a los cuartos de final. Ahora, con algo más de experiencia, jugó y ganó su primera final de ATP sin que le tiemble la muñeca.
Su altura (1,95m.) le permite basar su juego en el servicio, y si anda derecho... los resultados salen a la vista. Los 24 aces a lo largo de todo el certamen le permitieron barrer uno por uno a Evgeny Korolev, a Simone Bolelli -a quien le cedió el único set que perdió en el torneo-, al local Philipp Kohlschreiber y a su compatriota Eduardo Schwank, también de gran momento.
Lo que más llama la atención es su crecimiento dentro de las canchas. A diferencia de sus inicios en el circuito grande del tenis, el joven de 19 años se encuentra en su mejor momento: muy confiado desde el servicio, no es para nada tosco pese a su altura, le gusta jugar en la red y resuelve muy bien las pelotas bajas.
Es por ello que, a partir de ahora, no será uno más, será del montón. Tiene haberes que le permiten ser una “joven estrella” y parte del futuro del tenis argentino estará puesto dentro de su mochila. Quizá irá algo cargada, pero no caben dudas que de seguir así no tendrá de qué preocuparse.
Por lo pronto queda mucho recorrido, pero sin dudas todas las vistas estarán puestas en su supuesta inclusión por parte de Alberto Mancini para disputar las semifinales de la Copa Davis ante Rusia, como visitante, entre el 19 y 21 de septiembre.
Santiago Gabari
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