La Liga Deportiva Universitaria de Quito se convirtió en el primer equipo ecuatoriano en ganar la Copa Libertadores y lo hizo de la mano de los argentinos Edgardo Bauza, Damián Manso, Carlos Araujo y Sebastián Bieler. Sin embargo nada de esto alcanza para disimular la opaca actuación de Boca, River, San Lorenzo, Estudiantes, Lanús y Arsenal.
"Me he tenido que ir del estadio con escolta policial. Me puteaba todo la cancha, los hinchas querían que me fuera, y hoy no puedo ni salir a la calle. En Quito me creen casi un Dios", declaró Bauza luego de levantar la copa. Es que cuando llegó en el 2006 el conjunto ecuatoriano estaba a sólo cinco puntos del descenso.
Así, como quien dice “la tercera es la vencida”, el conjunto blanco se quedó con el trofeo tras vencer al Flu 4-2 de local, perder 3-1 en el Maracaná pero ganó 4-1 en los penales y se quedó con toda la gloria. Atrás quedó la racha adversa que iniciaron en el 90´ Miguel Brindisi, cuando perdió con Barcelona de Guayaquil ante Olimpia, y en 1998 cuando Rubén Darío Insúa no pudo vencer a Vasco da Gama dirigiendo al mismo equipo. Lo había dicho Bauza pensando en la final de la Conmebol que perdió en el 98´ con Central frente a Santos y las semis que no pudo superar en 2001 al mando de los rosarinos: “tengo experiencia para no perder otra final”.
Los desbordes de Araujo, los goles de Bieler –aquí sólo jugó en el ascenso- y las pelotas profundas de Manso llevaron, junto a otros grandes jugadores que ya analizan ofertas del exterior, le permitieron llegar a la Liga a conseguir el lugar que muy bien supo defender Boca en los últimos años.
Para los equipos argentinos todo fue de mal en peor y, sobre todo, para los de Zona Sur de Buenos Aires. Arsenal, último campeón de la Sudamericana, se comió 6 goles por parte de los dos finalistas y no dejó una buena imagen; Lanús no pudo lucir su mejor fútbol para eliminar al Atlas mejicano en octavos, y el Pincha fue el segundo estandarte argentino que barrió el campeón, eliminándolo en octavos en el Estadio Único.
En tanto la derrota de River en el superclásico, maximizó aún más la eliminación en octavos por parte de San Lorenzo. No sólo porque la Copa era el gran objetivo sino porque fue en el Monumental y con dos goles de Gonzalo Bergessio sobre la hora y con un hombre más. Sin embargo, la alegría a los de Boedo les duró tan poco que, al ser eliminados en cuartos por Cevallos en la tanda de penales, quedaron las puertas totalmente abiertas para la partida de Ramón Díaz.
Y Boca... lo de siempre pero con final triste. Sacó chapa para clasificarse a octavos con lo justo, para eliminar a Cruzeiro derrotándolo en Brasil, para dar vuelta la serie de cuartos frente al Atlas en México, pero no así para vencer al Flu en las semis. Sin Caranta, lesionado, Migliore fue protagonista en la ida y Palermo y compañía en la vuelta.
No pudo ser. Simplemente que algo tendrán que rever los clubes que representen al país en la Copa. En los últimos 10 años sólo Boca jugó la final (la ganó en el 2000, 2001, 2003 y 2007), mientras que fueron nueve los equipos brasileños que llegaron hasta el final.
SANTIAGO GABARI
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