martes, septiembre 15, 2009

US Open 09 – Del Potro Campeón: SE COMIÓ LA GRAN MANZANA...


Es difícil encontrar una explicación sobre lo que vimos hace poco menos de 24 hs en vivo y por TV. Es difícil creerlo. Y no porque un argentino volvió a ganar un Gran Slam después de cinco años (Gaudio en Roland Garros 2004 en aquella final contra Coria de la cual todavía se habla) Aunque parezca difícil explicarlo, Juan Martín del Potro no sólo hizo historia al ganar en Flushing Meadows una definición épica. De esas que quedaran guardadas en la memoria de todos. Presentes en el Arthur Ashe o en el club Independiente de Tandil, el lugar donde nació esta nueva estrella del tenis, los aficionados a este hermoso deporte o los que siguieron al tandilense por ese instinto argentino, pudieron disfrutar de un día histórico para nuestro deporte.

Sin dudas, el estadio más grande del mundo se preparaba para coronar por sexta vez consecutiva el Gran Roger. Una leyenda viviente del tenis que desde 2004 comenzó una serie de triunfos y records en New York temibles. Por la casa del suizo se pasearon Hewitt, Agassi, Roddick, Djokovic y en la última edición del 2008, Murray. Ninguno había logrado siquiera llevarlo a un quinto set. Del Potro lo hizo. Con una actitud 100% ganadora y con la cabeza fría, leyó el partido como nunca antes se lo vio en una situación extrema como una final de este calibre. A sólo nueve días de alcanzar la mayoría de edad, pareció un veterano de 100.000 batallas sobre las canchas. En la previa lo había dicho: “Hay que saber estar calmado en este tipo de partidos, porque nunca sabe uno como se puede desarrollar y es posible que al principio se esté abajo o se pueda llegar a un quinto set con chances…” ¿Los dioses le habrán susurrado algo en la oreja la noche post paliza por triple 6-2 a Nadal?

El acontecimiento es relevante para el tenis argentino. Lo que completó la Torre de Tandil es magnífico. Nunca antes otro rival que no haya sido Rafa había llevado al set decisivo a Federer. JM venció a ambos, Nº 1 y 2 del mundo en un par de días. Sencillamente espectacular.


Un juego que comenzó con un sol a pleno que caía sobre la cancha y que iluminó en ese primer tramo del partido al reloj suizo. Con amplio dominio sobre el argentino, se aprovechó de los nervios del debutante y sacó rápida ventaja. Pero como la tarde, Del Potro fue cambiando. Se venía la noche y él comenzó a soltar esa furiosa derecha, tal vez la que más fuerte le pega a la pelota en todo el circuito. De esos movimientos que dejan perplejos a los invitados a este tipo de fiestas.

Ahí, cuando parecía tomar control y el miedo escénico había desaparecido, Roger se ponía arriba. Otra vez a mirar el horizonte con recelo pero enorme confianza en su juego. Desde la platea, Franco Davín, inmutable, sólo movía la cabeza para decirle que todo estaba okey. Cuando se puso 4-3 y el servicio en el cuarto, pensamos que baja la persiana. Pero la definición se estiro al segundo tie break del partido. Y otra vez aparecieron los aplausos para el argentino. Él y las más de 23.000 almas sentían un ambiente enrarecido. Federer, también. Como nunca antes en los seis mano a mano que había tenido con Del Potro, este chico de 20 años había estado con esa constancia. Claro, era su final. Su torneo. El que desde que Marcelo Gómez lo empezó a entrenar sobre el polvo quiso ganar.

Y pegó. Y siguió pegando. Palo de derecha, palo de revés, confirmó el quiebre rápido en el inicio del set final. Aquí no había mañana. Entraban en zona caliente. Uno con toda la experiencia por ser el más grande y el otro con el corazón que latía a más no poder. A lo grande, llegó el punto que jamás olvidará en su vida. Derechazo a la esquina que Federer devolvió, pelotazo al fondo de la cancha y la devolución del hasta ayer campeón del US Open que se perdió afuera.


Aunque él no todavía cayó, su vida cambió para siempre. Comenzó luego de esta victoria fantástica, un camino que sólo Juan Martín Del Potro le pondrá techo. Acaba de escribir su nombre con el de los más grandes de este deporte. ¿Podrá sorprendernos con estas cosas en el futuro? Esa, esa es otra historia. Su propia historia ya comenzó a ser escrita y tiene, hasta ahora, como el capítulo principal en la Gran Manzana

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