El magnífico torneo que obtuvo Juan Martín todavía es noticia. Y sin dudas, no podemos olvidar que años antes, los dos mejores tenistas de nuestra historia también brillaron en el Abierto de los Estados Unidos. Primero, un marplatense coronó una temporada superlativa en Forest Hill y después, en Flushing Meadows al igual que Del Potro, Gaby pudo con Steffi y coronó una gran final. Mucho para contar y para recordar…
Vilas y su 1977 casi perfecto. El 17 de Agosto de ese año, Guillermo cumplía 25 años y estaba promediando el mejor momento de su carrera. Lo había comenzado en Australia, al llegar a la final del primer Grand Slam, aunque no pudo con el mejor servidor de entonces, el norteamericano Roscoe Tanner. En la tierra batida de Francia, cumplió su sueño y se alzó en Roland Garros. Un hito más para lo que fue un año maravilloso para el gran Willy: conquistó 17 torneos (récord todavía vigente), logró una seguidilla de 50 partidos consecutivos sin conocer la derrota y, durante esos doce meses, ganó 145 de los 159 encuentros que jugó (91,1%) Sencillamente genial.
Pero lo mejor estaba por venir. El domingo 11 de septiembre venció a Jimmy Connors en la final del Abierto de Estados Unidos y logró uno de los títulos más importantes de su carrera. Fue el eslabón que faltaba para que se convierta en el virtual número uno del mundo, confirmándolo al obtener el Masters. A las 19.20 hs en Nueva York, Guillermo Vilas se quitó su famosa bincha, parte inseparable de su imagen. Después de tres horas y veinte minutos inolvidables, con un prólogo confuso y un final claro batió al héroe local. Connors tuvo la victoria en sus manos, pero debió resignarla porque quedó sin fuerzas, sin aire, sin rumbo. Todo comenzó mal pero terminó de manera contundente: 2-6, 6-3, 7-6 (4) y un 6-0 que dejó en claro como el de Mar del Plata lo molió anímicamente. Pese a todo, la ATP no reconoció a Vilas como el Nº 1 del año.
Un título que sirvió de trampolín. Ya tres años antes, en 1985 y con tan sólo 15 años de edad, una joven tenista argentina impactó al mundo del deporte al llegar a las semifinales de Roland Garros. Si bien perdió frente a una de las mejores de todos los tiempos como Chris Evert, su nombre quedó flotando en el ambiente. Ya dentro de las top ten, en 1988 comenzaron sus mayores triunfos (se impuso por primera vez el Masters además de cosechar el primero de sus cuatro títulos en el abierto de Italia en Roma). Ese mismo año logro la medalla de plata en los Juegos olímpicos de Seúl, donde tuvo el honor y la satisfacción de ser la abanderada de la delegación. ¿Algo más podía pasarle? Sí, le ganó por primera vez a una rival imbatible para Sabatini hasta el momento: Steffi Graf. Cualquier semejanza con lo que sucedería dos años después, es pura coincidencia…
El 8 de septiembre de 1990, Gaby tuvo su momento más soñado. En una final espectacular, con un estadio repleto, venció a la alemana por 6-2 y 7-6 en un tie break para el recuerdo. Fue su único título de Grand Slam pero fue grandioso. La historia dice que en otras dos definiciones en el US Open, la rival fue la misma pero el resultado, diferente. A partir de esto, tuvo momento de gran tenis y otros donde no encontraba el rumbo. Sin embargo, supo dejar su sello varias veces más. En el ´92, le ganó la final en Roma a Mónica Seles, súper Nº 1 del mundo y casi imbatible por aquellos años. Y dos años más tarde, Gabriela sorprendió una vez más al mundo al adjudicarse por segunda vez el Masters derrotando en la final a Lindsay Davenport y en el debut del torneo a Martina Navratilova, siendo este el último partido oficial de la checa.
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Connors vs. Vilas - Final US Open 1977
Sabatini vs. Graff- Final US Open 1990 (Tie Break 2º Set)
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