Corría el mes de Mayo de 2008. Después de la peor campaña de Atenas en toda su historia en la Liga Nacional, había que dar vuelta la página de esa historia. En el mismo momento, la institución más reconocida en el básquet argentino cumplía 70 años. La derrota en cuartos de final a manos de Quilmes por 3-1 hacía detonar la bomba. Y también, el pensamiento de un hombre. Un apellido sinónimo del club. Y también de los buenos momentos. Con ese presente y con la sangre más verde que nunca bien caliente que le corría por las venas, quiso decir presente. Y así lo hizo.
Otra vez en la presidencia de Atenas, Felipe Lábaque planeó un retorno a lo grande. Primero, recuperó al DT más grande, tal vez, que ha dado el país. Confirmado Rubén Magnano, el papá de Bruno buscó al MVP de la temporada 07/08. Sin ver un futuro provisorio en el Xeneize y con ganas de volver a Córdoba, Leo Gutiérrez firmó el pacto verde. Dos grosos adentro. ¿Algo más? Juan Manuel Locatelli, un enorme alero dejaba su lugar en el mundo (Mar del Plata) para lograr el primer título de su carrera. Todos estos más los extranjeros y jóvenes de enorme futuro como Figueroa y Ferrirni confirmaron que el Capo del club tiene una gran muñeca para la conducción.
Mas de 40 sponsors que apoyaron este operativo volver a campeonar impulsado por el presidente, le permitieron crear este mega proyecto. Además, gran desición de cambiar la localía al Orfeo por el Cerutti en la finalísima con Peñarol. Otra marca de gran dirigente.
¿Y ahora Felipe? “Ahora vamos por el continente…” Atenas fue por novena vez campeón de la LNB. Clasificado para la Liga de las Américas, el rey del básquet argentino va por más. Así lo contó Lábaque padre en La Licuadora Deportiva. Disfrutalo en el Reproductor… 
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