domingo, junio 07, 2009

RG - El Final: PEQUEÑO GRAN GIGANTE

Pequeño, porque tan sólo tiene 20 años y estuvo a un paso de la gloria en París. Gran, porque así fue su juego durante todo el torneo, con sólidas victorias que esperanzan con un futuro monumental. GIGANTE, porque no sólo lo acredita su metro 98, sino el espíritu con el que afrentó a Federer el viernes y que lo llevó a estar muy cerca de verlo hoy en la Phillipe Chatrier nuevamente.


Juan Martín del Potro perdió ante el ex número 1 del mundo, Roger Federer. Y pese al EX adelante, no es poco lo que eso significa. Experiencia sobre todo es lo que le sobra al suizo y lo que le faltó al tandilense para imponerse en el partido por el pase a la final. La presión de disputar un partido clave, en cancha central y frente a miles de personas que alientan a tu contrario, fue demasiado para Juan Martín.

Esto no menosprecia su labor en lo más mínimo, ya que dominó el encuentro desde el primer momento, creyendo y comprendiendo de una vez por todas que Federer no es intocable, que es un jugador de carne y hueso al igual que él y que se le puede ganar. Por primera vez en el historial de encuentros entre sí, Del Potro pudo ganarle un set a Roger. Fueron dos, para dejar el resultado final en victoria para el suizo en 5 sets, pero estuvo muy cerca de poder cambiar la historia y quedarse con más.

Durante tres primeros sets, incluido el que perdió en tie-break, Delpo castigó a un Federer irreconocible, desdibujado dentro de la cancha. Grandes primeros saques, excelentes devoluciones, golpes fuertes y sobre todo, un espíritu de ganador, con cara de NO TE TENGO MIEDO. Es indudable la mejoría tenística y física que experimentó Juan Martín en estos últimos meses y que auguran un segundo semestre de 2009 de grandes triunfos.

Que el partido se extendiera a 5 sets fue favorable para el suizo. Los 10 Roland Garros encima y las tres semifinales consecutivas, perdidas en manos de Nadal, acrecentaron las esperanzas, porque sabía que en ausencia de Rafa, este era su momento.

Encontró a partir del 4to set la manera de vulnerar la estabilidad del argentino, empezó a desestabilizarlo en la cancha, logrando que debiera trabajar más en la búsqueda del equilibrio, con tiros bajos que complican por los casi 2 metros de altura que lo identifican como la torre de Tandil. Un Delpo ido no pudo hacer mucho; empezó quiebre abajo y nunca pudo remontar el set clave del partido, el que se proyectó como sombra sobre el 5to. Juan Martín la peleó hasta el último game. Poco a poco empezó a darse cuenta que era irremediable la situación y que el final estaba cerca. Recuperó el quiebre a favor del suizo, pero no pudo revalidarlo al juego siguiente.

Entregó el set con una doble falta, que lo dejó al suizo arriba 4-3 y a nada de la final soñada. El encuentro se selló 3-6, 7-6 (7-2), 2-6, 6-1 y 6-4. El rostro triste y abatido del tandilense, la alegría incontenida de Federer por volver a la final, sin Nadal enfrente y toda la Phillipe Chatrier aplaudiendo de pie a los protagonistas de la final anticipada de Roland Garros 2009, que entregaron todo y brindaron un espectáculo inmejorable.

Juan Martín presionó y forzó a Roger a dar lo mejor de sí. Porque con jugar bien ya no alcanza para batir al argentino. Desinhibido, arrollador, un verdadero ganador. Así se mostró ante el suizo y pese a la derrota, le dejó muy en claro que, dentro de la cancha, sale a matar o morir y que el respeto como grande que es dentro de la historia del tenis, ya no le importa, porque él también quiere hacer historia. Y fue parte de ella. Porque cayó con el mejor de todos los tiempos. El hombre que ganó por primera vez Roland Garros e igualó el record de 14 Grand Slam que tenía Sampras (aunque en 40 participaciones contra 52 del americano)


Ojalá, los libros un día hablen de esta foto. Una imagen que encontró a dos grandes. Uno que es historia viva. El otro que va po la suya. Y muy pronto…

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