Es feo verlo desde afuera. Claro que sí. Sobre todo para un joven como Matías Rossi. Una de las mejores muñecas del país, piloto de gran presente y sobresaliente futuro en la Argentina, se había perdido dos carreras clave. ¿Por? Después de haberse subido al podio en Mar de Ajó, mostrando que su Chevy está para grandes cosas en esta temporada, la confirmación por parte de la CAF (Comisión Fiscalizadora de la categoría) de las dos fechas de suspensión por el toque en la salida del Salotto a Altuna en la última del año pasado le cayó como un balde de agua helada. Para decirlo claramente, cuando estaba disfrutando la torta, se la sacaron de la boca. Pero la incertidumbre de todos se acalló en Río IV. Y empezó con R.
Con mayor serenidad que en otras oportunidades, Matías Rossi salió por todo en la cuarta del año. Y dejo bien en claro que el auto del equipo JC Competición va a dar batalla de cara a la Copa de Oro. En desventaja por perderse 104 puntos en juego (out de Balcarce y Buenos Aires), el de Del Viso comenzó a ganar la carrera con la victoria en la tercera serie. Con una pista curiosamente más limpia a pesar que hacía cuatro grados más de temperatura que a las 9, ganó y bajó por dos segundos el registro total de López en la primera serie, que tuvo el auto más rápido de todo el fin de semana.
Con el temor de saber que el que ganaba la primera curva se llevaba el primer banderazo a cuadros, el Granadero puso primera y le sacó ventaja a Pechito. No quería que le pasara lo mismo que con Ugalde en la primera del año. Y a partir de ahí, nunca vio para atrás. Se bancó los múltiples intentos del cordobés hasta que el chasis del Torino dijo stop porque se desprendió un tornillo de la suspensión delantera derecha y eso provocó la rotura de la llanta que estalló en la vuelta Nº 18. Con esto, Rossi sentía que media competencia la tenía en el bolsillo. ¿Y Ugalde? Se quedó tranquilo. Un segundo lugar = buena cosecha de puntos para el campeonato pudieron más.
En su 91 carrera en el historial de la máxima, Matías alcanzó su cuarta victoria. Se lo nota más aplacado, sabiendo que este puede ser su año. Si nos ponemos a sacar cuentas, sólo perdió 4 puntos de los 52 que disputó. No está para nada mal, ¿no?
Este fue un fin de semana con todo. Confirmó dos pérdidas duras para el TC: el alejamiento momentáneo de Tito Bessone (problemas económicos lo llevaron a vender su equipo) y de Jorge Pedersoli (después de 41 años al pie del cañón, Ledesma y Spataro, sus últimos clientes le dieron de baja); que amagó con el chau chau chau de Marquitos Di Palma del JP por “sobrepoblación” fierrera y la confirmación de que todos anhelan poder estar en la foto de los 12. Porque la Copa de Oro se vive y se siente (esta temporada si se sabe) desde la previa.
La R está de fiesta. En Río IV y con Rossi como Rotundo ganador, el campeonato del Turismo Carretera es una Revolución. ¿El nombre del puntero empieza con R? No, tranquilizate que la O de Ortelli está primero en el abecedario.
PECHITO DE MALA SUERTE: Otra vez afuera...
Como no podía ser de otra manera, el piloto que estuvo a horas de subirse de manera oficial al equipo Renault de la F1 y quien supo ser el campeón del TC2000 la pasada campaña, habló en exclusiva con La Licuadora Deportiva horas después de haberle peleado palo a palo la punta a Rossi en su provincia. José María López, analizó el fin de semana en Río IV y nos contó que pasó con el abandono del Torino y sus chances de ganar en este 2009. No te lo pierdas, en el Reproductor de Entrevistas…
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