Eran pasadas las dos de la tarde del domingo 22 de Marzo. Una Mar del Plata que explotaba de felicidad y tristeza al mismo tiempo, iba a despedir a su hijo pródigo. Ese tipo que, junto con una familia de oro que peleo y peleo duro durante muchos años para darle lo mejor a cada integrante, tuvo su despedida merecida. Es que no fue un evento más para todos los testigos del hecho. No fue un día más para el deporte argentino. Efectivamente, no. La edición Nº 98 del Campeonato Argentino de Ruta quedará en la memoria de todos...
Desde temprano, bolsos en mano con varios termos de agua para el mate incluidos y docenas de facturas, el verde césped de la costa con el mar de fondo de esa ciudad mágica empezó a colmarse de gente que vivió desde la espera y el pálpito hasta la emoción final con la estrella en el escenario ya debajo de su bicicleta y rodeado de su familia completa. Porque para su esposa Yanina y sus cuatro hijos (Juan Ignacio, Kevin, Martín y Martina) fue igual de especial que para él. El hombre de la jornada. El deportista del 2008. Ese que supo, a los 43 años, lo que era conseguir el objetivo por el que pedaleó durante toda su carrera: sentir que la medalla colgaba de su pecho en un Juego Olímpico. Sí, Juan Esteban Curuchet se despidió del deporte. La leyenda está escrita. Ahora, el análisis de su legado tiene su espacio.
Hablando con Gabriel Curuchet, hermano mayor y compañero de ruta en muchos torneos de todo tipo y color, surgió una pregunta que es válida por donde se la mire. Por lo menos para quien tiene el placer de escribir. ¿El apellido Curuchet, merece estar entre los otros históricos de nuestro deportes como los Maradona, Monzón, Fangio, Vilas, Ginóbili y alguna más que lo vale? Detonante de muchas opiniones, debates y vaya uno a saber que más, hay algo más que sólo títulos nacionales, panamericanos, mundiales y hasta un oro olímpico, pueden confirmar el merecimiento.
Familia que tiene su bicicletería en la ciudad Feliz, desde las bases que le inculcaron sus padres, los hermanos Curuchet dieron todo. A pulmón. Ponían lo que no tenían para crecer porque su corazón les marcaba, marcó y les seguirá marcando el camino con todo lo que emprendan. Gaby, actual presidente de la Federación Argentina de Ciclismo de Pista y Ruta, ha hecho un trabajo tremendo para la difusión y mejoría de la disciplina en todo el país. Y Juan, con el sólo ejemplo de desfallecer arriba de la bici por lograr su sueño, es motivo de reconocimiento. Y de uno bien grande.
“Hay que perseguir los sueños…” es una frase que quedará en los libros del deporte argentino. Palabras que van a identificar un genoma nacional. El de esos que se tuvieron que romper todo para lograr algo en su vida. Pero que al final, tuvieron su premio. Ellos no se darán cuenta, tal vez lo hagan luego de varios años, que su apellido ya es parte de la historia grosa del país. Porque Curuchet es una marca. Y de verdad invaluable.
No te pierdas un mano a mano donde los sentimientos se escuchan.
Y se dejan sentir...
Gabriel Curuchet en el Reproductor de Entrevistas.
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