domingo, abril 05, 2009

ATP 1000 - Miami: ¿TODO TIEMPO PASADO, FUE MEJOR?

Para los historiadores, la historia es el estudio del pasado del hombre. Sin embargo en los deportes, muchas veces los periodistas deberíamos dejar esa “historia”, ese pasado de lado, para dejarle lugar al crecimiento del presente.

Siempre que la sombra de los errores y aciertos de ese tiempo anterior oscurezca lo que se está tratando de hacer en el ahora, será muy difícil levantar cabeza, aprender de lo que se hizo mal y darle para adelante al tiempo que actualmente se está transitando.

Vemos ejemplos en todos los ámbitos del deporte argentino: uno de ellos, la derrota de la selección en Bolivia, sobredimensionada por la victoria de local ante un tibio Venezuela; donde reaparece esa manía de comparar equipos del pasado con los actuales como si fuera un juego de similitudes y diferencias.

Y el tenis argentino no escapa a esta situación. Y seguimos pensando que “todo tiempo pasado fue mejor”, cuando quizá no lo sepamos nunca, ya que no dejamos que el presente se muestre tal y como es, sin esa sombra de pasado que lo cubre.


David Nalbandian fue víctima y victimario de esta situación la semana pasada tras su derrota en primera ronda del torneo de Miami. Fue penoso ver al gran jugador argentino, que por cuestiones de ránking es ahora el Nº 2, pero a quien la gran mayoría considera un Nº 1.

El fantasma de la Copa Davis perdida en Mar del Plata sigue revoloteando los pasillos de todos los estadios donde se presentan los argentinos, hayan o no estado presentes en esa instancia. Y más allá de que los propios jugadores no son capaces de cerrar ese tema, dejarlo en el placard y volver a sacarlo el día que el destino nos ponga nuevamente frente a un final copera, son los periodistas quien día a día, en cada conferencia, sacan a relucir la cuestión y no dejan al muerto, descansar en paz.

"Que haga la reunión y se deje de hablar boludeces. Que la haga de una vez por todas", es una falta de respeto, sin dudas, al actual técnico Tito Vázquez, quien con su infinita paciencia intentó justificar una vez más, lo injustificable: la falta de tacto del cordobés ante situaciones non gratas, donde desearía incumplir el protocolo tenístico e irse a su casa a comer un buen asado.

Pero la realidad es otra, es la que muestra a un Nalbandian ofuscado con la prensa, que no gusta de dar declaraciones post partidos y principalmente, post derrotas. Que necesita volver a cargarse al hombro un equipo desmembrado, sin varias de sus figuras y con un futuro por delante bastante menos diáfano que el logrado en el ciclo anterior junto a Luli Mancini. Sin dudas, ésta es la figura que David más extraña de todas…

Y pese a la temporada de cemento de Nalbandian, poco positiva, nos encontramos con el Gran momento de Juan Martín del Potro, similar si buscamos dentro de ese pasado oscuro, al gran momento de David a fines del 2008 cuando lograba los títulos y las victorias más resonantes de su carrera.

Si bien el tandilense no llegó a la final del torneo de Miami, obtuvo una victoria histórica, luchada desde el primer game, frente nada más ni nada menos, que al Nº 1 del mundo, Rafael Nadal. En la superficie que más le gusta al español. Tuvo que ser agresivo todo el partido, para pegarle donde más le duele, para jugar esos puntos eternos que terminaron, en su mayoría, del lado del argentino.

Esa “resaca” de alegría y desgaste no lo dejó descansar como debía y con poco resto para el encuentro con Murray. Sin energía para picar y salir a buscar esas pelotas difíciles que inteligentemente supo jugarle el escocés, Juan Martín se quedó sin piernas. Quiso remarla, aguantar lo más que pudo y fue una derrota digna, luchada, con el ingrediente adicional de haberle ganado al 1 del mundo y de haber hecho un gran torneo, que lo deja como nuevo Nº 5 a partir de mañana.

Un excelente torneo para uno, lleno de luces y de buenas acciones que auguran un gran 2009 por delante. Un torneo triste para el otro, son sombras de acciones pasadas, que en vez de enseñar, siguen atormentando su presente. Las discusiones entre ambos parecen haber quedado atrás. Pero las peleas que cada uno tiene consigo, el resentimiento y los reproches individuales, ¿podrán encerrarse en el placard y seguir adelante para un 2009 brillante?

No hay comentarios.: