LA LEGIÓN NO BRILLÓ PERO CUMPLIÓ

Argentina se clasificó para las semifinales de la Copa Davis luego de vencer 4-1 a Suecia, en una serie donde nunca estuvo seguro el pase y donde la cancha parecía un potrero.

En un partido que se creía mucho más accesible de lo que realmente fue su desarrollo, David Nalbandian derrotó a Thomas Johansson por 6-2, 5-7, 6-4 y 6-2 y le otorgó a la Argentina el primer punto de la serie. El Parque Roca no lució un lleno completo hasta casi alcanzado el mediodía. Claro, el clima no acompañó y la cancha... La cancha impidió que los jugadores argentinos se sintieran locales. Desde el inicio del juego se notó al cordobés algo incómodo o protestón. Más claro quedó después con la estrepitosa y sorprendente caída de José Acasuso con Robin Soderling por 6-0, 6-4 y 6-1.

Cuando muchos no lo pensaban, el partido de dobles se jugó como la gran final. No por estar definiendo la serie como se creía en un principio, sino porque de perder, el sueño quedaba trunco. Un estadio repleto acompañó, nuevamente, al unquillense y a Guillermo Cañas. Fue 7-5, 6-4 y 6-4 sobre Jonas Björkman y Robert Lindstedt. Acá sí se vivió la chapa y la garra habitual que cada uno de los jugadores que elige el capitán, Alberto Mancini, suele desparramar en la cancha.

La definición le llegó al mejor, la frutilla del postre le tocó al número siete del mundo contra el inspiradísimo hombre que le había dado la paliza a Chucho. Como nunca antes le había pasado, Nalbandian ganó su primer partido de Copa Davis en cinco sets: 6-4, 1-6, 4-6, 6-4 y 9-7 (el quinto tras seis match points). Gritó cada punto, discutió cada fallo dudoso, se quejó una y otra vez de la cancha: "¡Qué pique verga tiene esta cancha!". Festejó, lloró, y agradeció al público por el permanente aliento que le brindó cuando todo parecía complicarse.

Juan Mónaco, para cumplir con el reglamento, venció a Thomas Johansson por un doble 6-3, cerró la serie y festejó su primer triunfo en el certamen."Será difícil jugar en la Argentina por la diferencia horaria. Necesitaremos, por lo menos, nueve días para adaptarnos a las condiciones", dijo el capitán de Rusia, Shamil Tarpischev. Lo que no tuvo en cuenta este hombre, es que la adversidad se plantea siempre que uno juega de visitante.

Cada uno de los seguidores del tenis, y también los jugadores, esperan poder acercarse a un estadio donde el acceso no sea complicado, las entradas no sean para privilegiados y, sobre todo, que los protagonistas no tengan que pensar en pozos o piedritas molestas dentro del terreno. Del 19 al 21 de septiembre, Argentina espera ser local contra Rusia. Faltan casi 5 meses. Sería bueno que alguien le haga llegar un comunicado al Secretario de Deportes de la Nación, el Señor Claudio Morresi, o al encargado pertinente, para que la localía sea real y no ficticia, porque la banderita la planta cualquiera.

SANTIAGO GABARI