La mejor época del ajedrez argentino comenzó con la segunda guerra mundial. Coincidió con el surgimiento de una camada de grandes jugadores locales y con la radicación en el país de varios grandes jugadores europeos. Pero la aparición de esos grandes jugadores como Miguel Najdorf o Erich Eliskases no son la única explicación del fenómeno. Argentina ya tenía a Herman Pilnik, que si bien había nacido en Alemania estaba radicado en Argentina desde los 16 años, y además a jugadores nacidos en el país como Guimard, Rossetto y Sanguinetti. También aparecía en esa época un joven prodigio que aparece en los comienzos de la década del 50: Oscar Panno.
Lo que sí es una ventaja para el ajedrez argentino es que durante la guerra se quedaron en el país numerosos jugadores extranjeros de alto nivel. Con ellos se organizroan varios torneos internacionales y se brindó una importante oportunidad para que los jugadores locales participen en competencias de jerarquía. Esto da un gran impulso al ajedrez argentino.
También en esta época se produjeron las mejores actuaciones de jugadores argentinos en la lucha por el campeonato del mundo. Najdorf fue el primer jugador argentino que participó en la lucha por el título ecuménico. En el Torneo Interzonal de Saltsjöbaden 1948 ganó el derecho a participar en el Torneo de Candidatos de Budapest 1950 (máxima cita mundial), donde terminó quinto.
Najdorf vuelve a participar en el siguiente, el fuerte Torneo de Candidatos de Zurich 1953, donde finalizó sexto. Este año fue fundamentalmente grato para el ajedrez argentino, ya que Oscar Panno se convirtió en el primer Campeón Mundial Juvenil, al ganar el torneo de Copenhague.
En los años 50 Argentina era la segunda nación ajedrecística del mundo detrás de la URSS. Para formarse una idea del poderío del ajedrez argentino en esta época, basta comprobar que la URSS aceptó jugar un match contra Argentina en Buenos Aires. La Unión Soviética, campeona mundial, ganó la serie con relativa facilidad. La ventaja de 20½ a 11½ obtenida por los visitantes, pudo haber sido un poco menor por el resultado de algunas partidas, pero aún así no se hubiese alterado mayormente las cifras.
Y en esas condiciones se llegó al Interzonal de Gotemburgo en 1955 donde Argentina fue representada por cuatro ajedrecistas! El resultado del torneo debe ser considerado un éxito dado el hecho de que tanto Panno, tercero, como Pilnik, octavo, lograron clasificarse para el torneo de Candidatos. Najdorf y Guimard en cambio jugaron un torneo opaco y terminaron 12 y 13 respectivamente.
Al año siguiente se juega el Torneo de Candidatos en Amsterdam, Holanda. Panno y Pilnik compitieron pero no lograron ningún buen resultado y terminaron últimos. Después de esta actuación nunca más otro jugador argentino llegó a clasificarse para un Torneo de Candidatos.
La época de transición
A partir de la década del ´60 comienzó a existir un cambio nítido en el ajedrez argentino. Durante este período el ajedrez argentino entró en un suave, pero marcado, declive. Las causas se pueden encontrar en el natural declive de los grandes jugadores de las dos décadas anteriores y la falta de una nueva generación que pueda reemplazar con el mismo éxito a esa generación saliente.
A esto se sumó la decisión personal de Panno de retirarse de la práctica activa del ajedrez por un período de casi 10 años después del Interzonal de 1958, debiendo haber sido, por razones de edad y de haber nacido en el país, el líder natural de esa generación de recambio.
Al mismo tiempo, este período se caracterizó por una marcada disminución de la cantidad y jerarquía de torneos internacionales organizados en el país. Esto conllevó una seria desventaja para los jugadores locales alejados de la competencia internacional. Lo cual influye en el recambio generacional que debió haberse dado en este período.
Si bien hubieron buenos resultados en las Olimpiadas o triunfos de Najdorf en el exterior; o incluso la organización en la Argentina del Torneo de Candidatos en 1971, el declive fue haciéndose progresivo.
El ajedrez de hoy
Hoy en día hay una generación con potencial, pero su alejamiento de las grandes competencias internacionales es un fuerte factor de freno para su evolución.
En 2002 argentina obtuvo su decimonoveno Gran Maestro. Rubén Felgaer y Fernando Peralta comparten una exitosa gira europea y el primero logró la tercera norma necesaria para obtener el título en el torneo Politiken Cup.
El año 2005 es rico en acontecimientos importantes y quizá marque un punto de despegue hacia una nueva y mejor etapa del ajedrez argentino. Es importante recordar que las mejores épocas no fueron solamente el producto de grandes jugadores sino también de la existencia de una camada de dirigentes competentes interesados en trabajar con seriedad.
El acontecimiento más importante fue haber logrado la organización del torneo por el Campeonato del Mundo, algo que no sucedía desde la época en que Capablanca perdió su título ante Alekhine.
Rubén Felgaer tuvo una gran actuación en el Torneo de Dos Hermanas y se convirtió en el primer jugador argentino en superar la barrera de los 2600 puntos de Elo. El último Gran Maestro argentino fue Diego Flores que obtuvo la norma hace pocas semanas. El juninense es otra esperanza de esta disciplina que, en la Argentina, tiene muchas joyas en bruto pero que no pueden ser explotadas.
* Fuente http://www.ajedrezargentina.org/.
VIVÍ EL RECUERDO DE LA GENERACIÓN DORADA CON LAS PALABRAS DEL GRAN MAESTRO OSCAR PANNO EN EL REPRODUCTOR DE AUDIOS.
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