martes, noviembre 30, 2010

TC en Buenos Aires III: EMOCIONES A FONDO

Se vivió como se corrió en el 12. Con el corazón en la boca. Hasta los fanáticos de Dodge o Torino, que no estaban metidos en la definición del campeonato, vibraron con cada vuelta al autódromo. No fue para menos, claro. Nuevo campeón saldría caminando del Oscar y Juan Gálvez. Ema Moriatis, quien supo hacer magia el año pasado, después de mantener el Falcon en pista para consagrarse por sobre Pechito López, ya se había hecho la idea de entregar el 1. Todo estaba listo. El viernes, con un poco de barullo entre los pilotos de la Copa de Oro, era historia. También la pole de Fontana y las series de la mañana. Era la hora de la última final de la temporada. El capitulo final.

Aunque no hubo sobrepasos por doquier, ni maniobras jugadas para defender la posición de privilegio, hubo esa sensación que algo podía pasar. Hasta en los metros decisivos antes del banderazo a cuadros. Pero con él, al menos el domingo que terminó hace unas horas, eso no iba a suceder. Tenía entre ceja y ceja cumplir su misión. Con el título como único destino para la fiesta en Buenos Aires, Agustín se fue. Partió en punta y nadie lo pudo inquietar. Ni Fontana, su amigo desde chiquito. Tampoco Werner, el otro que debía ganar para salir triunfante. Incluso el Gurí Martínez, viejo zorro y conocedor de situaciones límite, lo perturbó.

Pero hay veces, como ahora por ejemplo, el deporte motor no merece palabras, sino imágenes. Si bien habrá un párrafo especial para el campeón del Turismo Carretera en este 2010, llegó el momento de revivir lo mejor de la competencia. Emociones a fondo. Adrenalina pura. ¿El asado? Quedó para después de la finalísima del TC. Pasen y vean. Así se vive la categoría más añeja del automovilismo mundial. Imperdible.

No hay comentarios.: