TC en San Luis II: UN FORMULA 1…

¿Está confirmado? No todavía. Per, ¿es posible? Claro que lo es. ¿Cuántas chances reales tiene? Ahí ya podemos tener varias respuestas. Algunos dirán que los resultados se ven en la pista. Otros, que la suerte y los fierros son los que deciden en varias ocasiones. ¿Ustedes pensaban que nos referíamos a la posibilidad que tiene Pechito de volar hacia la máxima categoría? No, no se inquieten. Esta introducción al mejor estilo Yo sé de Feliz Domingo se debe a que otra vez, José María López, se quedó con un triunfo. Su octavo de la temporada, contando el TC2000 (casi, pero casi campeón) y el TRV6 (está un poco relegado pero tiene chances matemáticas) Un piloto que domina a placer cuando el auto le responde. Como en Paraná…

Revancha. La primer palabra que se le habrá venido a la cabeza al cordobés cuando vio flamear la bandera a cuadros en la finalísima en el Rosendo Hernández. Porque ese domingo post carrera en Entre Ríos y cuando había llegado en el segundo lugar del podio y se iba como líder de la Copa de Oro, horas más tarde, todo su trabajo se caía a pedazos. La revisión técnica por parte de la ACTC era contundente: el cigüeñal de su Torino era 160 gramos más liviano de lo reglamentario y Cristian Garofalo (su motorista, reemplazante de Oscar Castellano) era señalado como el culpable. Pero tres semanas después, fue rotunda su contestación en pista. Ganó todo. Desde el viernes hasta el séptimo día.

El sábado, confirmó su enorme supremacía en las clasificaciones. Se quedó con su quinta del año en el TC y, sin dudas, se anotaba como número puesto a ganar su segunda competencia del año. Ya en la jornada previa al pie a fondo, los integrantes del Playoff repartían sus posibilidades. Siete de ellos culminaban entre los 10 primeros y el resto, lejos de la punta. Algo que se repitió en lo que fue un domingo cualquiera. Un día de y echo para Pechito.

López, Aventín y Silva. Los apellidos de la mañana dominguera del Turismo Carretera en el circuito puntano. La primera batería fue tranquila para José María, de punta a punta y sin sobresaltos. En la segunda, Diego se llevó el parcial que fue 10 segundos más lento. Después de aventajar a Fontana en la vuelta inicial, un toque entre dos de la Copa de Oro (Jalaf a Pinchito Castellano) le provocó a este último una rotura del caño de escape que derivó en un principio de incendio preocupante para todos. Y por último, la tercera fue el primer gran festejo del 2009 para un tipo que perdió el título de 2008 por el cambio que propuso Aventín y compañía. El Pato superó a Di Palma y Altuna, en una serie donde el protagonismo se lo llevó el toque entre Gurí Martínez y el quíntuple Ortelli. ¡Que previa a la definición en San Luis!

La gente ya compra sus banderas. El público, después de más de un año de tenerlo en nuestras tierras, se ha dado cuenta. Lo aprendió a disfrutar. Se regodean con su forma de pilotear esa nave plateada. ¿Los fanáticos del Toro? Contentos. Les volvió el alma al cuerpo al saber que tienen un potencial ganador del título entre sus filas. Y al TC le viene bárbaro. Porque tener a uno de su nivel, justamente hace elevar el del resto. Y cuidado, hay grandes corredores. Pero la llegada de Pechito provocó una imagen de profesionalismo con aires europeos. De primer nivel. De primera, como la competencia que ganó sin problemas. Una final con acento cordobés. El único piloto en los últimos 20 años que ganó dos veces en el mismo año con la asistencia de dos motoristas diferentes.

Atrás del coche de plata, el resto de los 11 integrantes del Playoff tuvieron suerte dispar. Aventín, al igual que López, llegó sin puntos y se fue con 21. Buena cosecha. Lo más llamativo fue la situación el que llegaba como líder. Mariano Altuna comenzó mal el fin de semana y lo terminó peor: en un toque ajeno, se llevó puesto a Matías Rossi (afuera y sin sumar unidades) y chau domingo. Esto, sumado al fuego en la Dodge de Castellano (llegó 21º en la final. Jalaf fue excluído) y el toque entre Martínez y Ortelli, cerró una fecha complicada. Al igual que Canapino. En el costado contrario, el Gigante Fontana llegó cuarto y se subió a la punta de la Copa de Oro. Buena cosecha para Moriatis también, que peleó entre los primeros 10 todo el fin de semana.

Se fue de Paraná como líder del mini torneo que coronará al campeón. A las horas, se quedó sin nada. Un tiempo después, volvió por sus fueros. Ganó. De punta a punta en San Luis. Está a menos de dos unidades de la punta. Va por el título. Va por consagrarse en la categoría más popular. Quiere ser popular. Es un Formula 1…