viernes, noviembre 20, 2009

TC en Olavarría: 50 y 50...

Si hay algo de lo que puede estar contento Aventín más toda la comitiva de la ACTC, es que la Copa de Oro del 2009 (al igual que la del 2008) se va a definir en Buenos Aires. La última carrera en el autódromo de los hermanos Gálvez va a ser apasionante. Va a tener el condimento que dará el 50% más de los puntos que en el formato normal, y eso sin dudas, llena los ojos y las esperanzas de la mayoría de los pilotos que vienen remándola en este Playoff. ¿Complicado? Cambiante. Lleno de sorpresas, porque las carreras parecen terminar cuando el carbón de los asados es pura ceniza. Y esta competencia no fue la excepción.

Bochazo afuera. Dolor de pecho. Y no porque le haya ganado Pechito, sino por la situación traumática que atravesó José Ciantini, momentos después que la bandera a cuadros lo viera como el vencedor de la 53º edición de la Vuelta de Olavarría. Para muchos, desde Abril de 1950, cuando se llevó a cabo la primera carrera en esta localidad, la ciudad es la capital del Turismo Carretera. Con todo el marco que presentó el circuito, la marcha triunfal que traía José María López hacia presentarlo como el candidato Nº 1.


Y más aún cuando el sábado clavó los relojes y se transformó en el más rápido, otra vez. Aunque parezca aburrido a esta altura del año, de las 38 pruebas de clasificación que corrió el cordobés en las tres categorías (TC, TC2000 y TRV6), en 21 de ellas les ganó a todos. Como ya se lo nombró en la crónica post triunfo en San Luis, es un F1.

Con este panorama, y el agregado de saber que la mitad de los contendientes a la corona estaban para pelear, las series serían fundamentales para sumar y acomodarse en la grilla de la final. En la primera batería, un trío efusivo fue por la punta de la carrera y hubo chapa. Pechito-Tanoni-Moriatis se pelearon por el liderazgo en una maniobra arriesgada (¿la mejor del año?) que dejó al de Torino con la victoria parcial. Así de calientes estuvo el domingo temprano, pero después la emoción se fue apagando. Cuando Pinchito tenía en sus manos el triunfo de la segunda serie, la Dodge del Castellano Power Team sufrió la rotura del cardan. Una mancha negra más para el de Lobería, en una temporada que lo ve sufrir cada vez que llega con posibilidades de llevarse puntos importantes. De ese abandono se aprovechó Ciantini para ganar, al igual que el sobrepaso de Altuna a Diego Aventín en la curva 1 para sellar el triunfo en la 3º serie.


Eran pasadas las 16 hs cuando la bandera a cuadros se bajó fuera de la pista. En la verificación técnica, otra vez se decía la sentencia de una carrera. Como en Paraná había sufrido López, el turno le tocaba al Bocha. Esta vez, el protagonista de la tarde sería la compresión de uno de los cilindros (deben marcar 9,2 y el motor del Chevrolet dio 9,4) De esta forma y sin pensarlo, el de Balcarce no pudo prolongar el festejo que había desatado en el podio: ganar por primera vez en su carrera con la marca de sus amores. Una lástima.

Pero, ¿quiénes fueron los beneficiados de la caída del ganador? Altuna y López. Los que están con 50 puntos cada uno en la cima de la Copa de Oro. El primero se quedó con su segunda victoria del año y se sumó al liderazgo de Pechito, que en pista fue 3º pero en la estadística oficial acabó 2º. Aventín completó el podio en una fecha que marcó a los dorados: Castellano cumplió una enorme escalada (largó 45º y llegó 12º); Rossi iba sexto y el despiste por error propio lo dejó casi sin aspiraciones; la preocupación de Ortelli y Fontana sumado a Ledesma porque el JP no “encuentra” los autos y el abandono de Moriatis y Canapino.


Faltan dos. Diciembre vislumbra en su calendario la anteúltima en el Roberto Mouras de La Plata y el cierre en La Catedral. Por como vienen, será muy difícil darle un porcentaje de posibilidades al resto. Altuna 50%. Pechito 50%. Aunque con los fierros nunca se sabe…


TC X TV: La final en Olavarría


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