Es la pregunta que, tal vez, se hacen todos en el ambiente del automovilismo argentino. Y en la Argentina entera, también. Es que los recuerdos de generaciones pasadas son elocuentes. Los records de vuelta que Fangio batía sin cesar, José Froilán González y su amor con Ferrari; Lole y la esperanza de ese campeonato que truncó un cartel en la recta principal. Ellos, más los últimos artistas argentinos que corrieron en la máxima categoría (Fontana, Tuero y Mazzacane), forman parte de un grupo selecto de pilotos que formaron parte del circo de la Fórmula 1. Algo para elegidos, del destino o de la suerte.
¿Se hará realidad o quedará como una historia de intriga y suspenso, de las mejores ficciones que Hollywood puede crear? Las próximas horas lo dirán. La situación es tan fina, tan delgada, que para muchos José María López es nuevo piloto del USF1 Team. En cambio, otros no se confían. El último tiempo ha dado varios sacudones a las ilusiones de ver a un corredor (López lo es) argentino arriba de un monoposto de elite. Las negociaciones están abiertas entre los americanos y el entorno del cordobés.
Cónclave mediante en las oficinas del Automóvil Club Argentino, con el jefe de prensa del equipo, Peter Windsor vía internet, la ronda argentina escucho palabras alentadoras. Felipe McGough, quien acompañó a Pechito a EE.UU. para recorrer las instalaciones de la nueva estructura con sede en Carolina del Norte, Víctor Rosso, José María López padre y el ingeniero Carlos García Remohí, presidente de la Comisión Deportiva Automovilística (CDA) del ACA, quedaron más que satisfechos de escuchar que la butaca Nº 1 es del argentino. Pero con condiciones, sin dudas.
Reunidos ya unos seis millones de dólares (parte puesta por el Estado nacional, más la empresa de telefonía Claro y en la última hora se sumó el apoyo de un grupo empresa que aportó el presidente del TRV6, Alejandro Urtubey), sólo restarían poco menos de 2.000.000 para que las razones económicas sean un impedimento. Por el resto, estaría todo listo. Esta vez, la trayectoria de Jose María y su pasado cercano como piloto de Renault, son base para que Ken Anderson, dueño del equipo, se haya convencido que es la mejor opción. Una carta de recomendación de Carlos Reutemann y otra de Bernie Ecclestone, magnate de la F1, al equipo fue una ayuda más. Y relevante por lo que significa, todavía, ese apellido santafesino para el mundo del automovilismo internacional.
Pechito está nervioso. No porque el fin de semana en Potrero de los Funes casi va a levantar el Bicampeonato del TC2000. Tampoco, porque en los tres primeros fines de semana de Diciembre vaya a ser gran protagonista de la definición del Top Race y la Copa de Oro del TC. López está a 10000 RPM, pensando en esa firma que espera pueda rubricar para que su sueño de toda la vida se concrete. Meintras tanto, una planificación en el gimnasio lo entretiene y focaliza sus ideas en lo que queda del 2009. Todo el esfuerzo del de Río Tercero, por lo que a los 14 años dejó su país para volar a Europa, está en juego en las próximas horas.
Argentina, mundo aparte y ciclotímico al momento que este tipo de posibilidades se den o no, se parte en dos. Muchos ya lo dan por hecho. Otros dicen que falta un poco para sellar el contrato. En este análisis de la realidad o la ficción, hay algo claro: Pechito sabe donde está parado. Este proyecto, más firme que otros que se intentaron llevar adelante en el último tiempo, tiene a un piloto que le ganó en pista (y los resultados lo avalan) a muchos de los que hoy girar sobre un F1. Es tiempo que los sueños se hagan realidad y esta película tenga el final feliz que él se merece.
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