Todavía están frescas en la memoria sus corridas a brazo partido. También, el rotulo por ser el mejor palista panamericano, es grande. Como lo fueron sus conquistas innumerables. Pero, tal vez, su logro más sobresaliente no lo recuerda con una medalla colgada en el pecho. Ser en Juegos Olímpicos consecutivos, finalista en su especialidad K1-500 (Sydney 2000 fue 5º y Atenas 2004, 8º), es para este tipo de deportistas una hecho memorable. Pero ese tiempo ya quedó atrás. Y ahora, después de trabajar en pos del deporte que tanto quiere y le ha dado, llegó el momento de ser parte de la dirigencia de su deporte. Desde un lugar de liderazgo.
Javier Correa se transformó hace pocas semanas en el nuevo presidente de la Federación Argentina de Canoas. Si bien su rol dirigencial había comenzado en la gestión anterior de Ariel Arbó, su llegada es un aire de renovación que impulsa y da buen ánimo al deporte argentino en general. Porque se necesita, sin dudas, que los propios protagonistas que supieron dejar todo, familia, estudios, trabajo y sólo ellos saben que cosas más; puedan transmitir esa sensación del otro lado. Más en un país donde los atletas reciben promesas que casi con seguridad no se convierten en realidad.Es por esto que Javier se juega su historia como deportista. Pero en su voz, firme y clara, da muestra que está confiado. Sabe que rumbo seguir y cuales son los objetivos en el corto plazo: potenciar el nivel juvenil que ya mostró resultados y mantener el liderazgo en la región, donde Brasil ha ganado metros en el agua. Con los Odesur cerca en el tiempo (se llevarán a cabo en Marzo en Colombia), la selección nacional trabaja a fondo.
En competencia, fue dos veces subcampeón del mundo y otras dos, presea de bronce. Ganó seis medallas doradas en torneos Panamericanos. Algo que sólo comparte con la patinadora Nora Vega y el tirador Pablo Cagnasso. Su apellido es sinónimo del deporte argentino. Su hermano Miguel, nos representó en Beijing el año que pasó. Y con Viedma como su lugar en el mundo, intentará mostrar como el corazón que siempre lo llevó adelante, se puede conjugar con la mentalidad dirigencial para que el canotaje de un salto de calidad. El mano a mano con Javier Correa, en el Reproductor. Imperdible.
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