Emanuel Ginóbili fue centro de elogios desde el interior de su equipo, de lso rivales y de la prensa por llevar al equipo texano a la victoria sobre New Orleans y a una nueva final de la Conferencia Oeste frente a Los Angeles Lakers.
"Manu volvió a jugar sensacional en los momentos decisivos y sin su inspiración ahora no estaríamos pensando en los Lakers", evaluó el entrenador de los Spurs, Gregg Popovich. Que palabras, no. Impresioante fue, otra vez (¿y cuantas más serán?), la actuación de Manu en un partido clave. Esos en los que sólo los elegidos aparecen.
Los Spurs, nunca en su historia habían levantado una serie luego de estar 3-2 abajo. Lo lograron con 26 puntos de Manu (2-8 dobles, 4-11 triples y 10-11 libres) en 42 minutos. Oberto metió cuatro, bajó nueve rebotes y se raspó con todos en la pintura.
En el tercer cuarto, el de quiebre durante la serie ya que el que ganó el 3º período se levó el juego, el campeón hizo la diferencia pese a que Duncan estaba en el banco con cuatro faltas. Dos libres de Manu le dieron la máxima de 17 (71-54) cuando los Hornets entraban en la desesperación. Y San Antonio nunca más miró atrás.
Y ahora se vienen los renovados LA Lakers con Kobe como jugador más valioso de la temporada y el gran Phil Jackson en el banco, sentado y cruzado de piernas. Pero Manu ya lo dejó dicho con su actitud dentro de la cancha, quiere que sus vacaciones sean bien cortas...
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