En las últimas semanas se produjo en el atletismo argentino dos clasificaciones a los Juegos Olímpicos que no eran tan predecibles. El vecino país brasileño le dio la posibilidad a Rocío Comba y a Leonardo Price de obtener los pasajes a Beijing.
La cordobesa, nacida en Río Tercero, ocupó el tercer puesto del lanzamiento del disco en el Torneo que disputó en Uberlandia el 11 de mayo. Con sus 59.86 metros, batió el récord nacional absoluto que había logrado, con 58.78, hace dos temporadas y le permitió alcanzar la Marca B (59 metros) necesaria para participar de los Juegos.
Por su parte, el chubutense obtuvo la plaza el pasado 22 de mayo en el torneo de San Pablo. Price se quedó con la final B de los 800 metros con una marca de 1m46s90 (la marca B para los Juegos es 1m47s), lo que le permitió mejorar su registro personal que era de 1m47s32 conseguido en el meeting de Buenos Aires en el mes de marzo. En esta temporada, en los certámenes internacionales celebrados en la Argentina, el mediofondista ya había demostrado grandes rendimientos en un duelo parejo frente al brasileño Fabiano Pecanha, medalla de bronce en los Panamericanos.
Comba y Price participarán de un Juego Olímpico por primera vez y serán dos de los tantos debutantes argentinos en el atletismo. Un plantel que estará integrado por una cantidad de atletas como pocas veces presentó este país. Para ser más preciso hay que decir que sólo en Londres 1948 y en Helsinski 1952 ocurrió algo parecido. En Inglaterra la delegación encabezada por el campeón de la Maratón, Delfo Cabrera, contó con 23 participantes nacionales. En estos segundos Juegos fue un poco menor pero gozó de 15 competidores entre los que se destacó Reinaldo Gorno y su plata en la Maratón.
Paralelamente a la caída del gobierno peronista, el atletismo empezó un proceso de decadencia en aumento. A pesar de algunas individualidades esporádicas, como el caso de Osvaldo Suárez o Juan Carlos Dyrzka por ejemplo, esta disciplina fue quedando marginada.
En los últimos 10 años aproximadamente, tuvo un leve ascenso. Aparecieron jóvenes que con talento compensaron el déficit estructural que sufren. Primero aparecieron los Marcelo Pugliese, Juan Ignacio Cerra, Alejandra García; y en los últimos tiempos se les sumó Jorge Baliengo, Germán Chiaraviglio, Jennifer Dahlgren y compañía. Esta generación está logrando llevar 12 atletas a Beijing, algo que hace más de 56 años que no pasaba.
¿Se mejoraron las condiciones de entrenamiento? ¿Hay un mayor presupuesto invertido en el deporte? Nada de esto pasa. Si bien se trata de difundir el atletismo en todo el país con la formación de Centros de Desarrollo como el que hay en Santa Fe, las circunstancias para el progreso del atletismo no son las mejores. Incluso se obtuvo un acuerdo con el Comité Olímpico Italiano y los más destacados se pasan la mayoría del tiempo entrenando en sus campos deportivos, como es el de Formía.Junto a esta situación se puede ver el caso de Dahlgren, que pudo obtener una beca para estudiar en la Universidad de Georgia, en Estados Unidos, y allí pudo desarrollar sus habilidades.
Estas son situaciones demuestran que nivel hay pero que en la Argentina no se sabe explotar, o no hay interés. Esta Generación Dorada del atletismo sólo se prolongará si se le da el apoyo estructural que se merece y se programa a largo plazo como se debe. Sino, tarde o temprano, quedará como un simple crecimiento fortuito y volverá a quedar en el olvido.
- Los 12 Clasificados: Germán Chiaraviglio y Alejandra García (garrocha), Jennifer Dahlgren y Juan Cerra (martillo), Pablo Pietrobelli (jabalina), Germán Lauro (bala), Jorge Balliengo y Rocío Comba (disco), Leonardo Price (800 metros), Javier Carriqueo (1500 metros), Juan Manuel Cano (Marcha) y Claudia Camargo (maratón).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario