La historia de los triunfos argentinos sobre Inglaterra es la “historia de las manos”. La famosa Mano de Dios de Diego en Méjico 86´ con aquel gol recordado por siempre en el mundo entero. También la del Lechuga Roa para la clasificación a los cuartos de final en la definición por tiros penales del Mundial de Francia 98´. Y además se puede decir que de la mano de Ernesto Grillo se venció a este clásico rival por primera vez.
Aquel 14 de mayo de 1953, hace exactamente 55 años, el equipo dirigido por Guillermo Stábile ganaba, en cancha de River y ante 85000 personas, por 3 a 1 con dos tantos de Grillo y otro del atacante de Independiente, Rodolfo Micheli.
El partido, que significó la primera visita de un seleccionado europeo, comenzó con un tanto del inglés Taylor. Pero el hecho que más se destaca en el partido fue el primer gol de Grillo. Muchos ven hoy en este tanto el preludio a lo que 33 años más tarde haría Maradona. Es que el delantero de Independiente, a falta de tres minutos del final de primer tiempo, tomó un pase de Carlos Lacasia, esquivó tres rivales y, casi sin ángulo, anotó el empate ante el arquero Paul Ditchbum. Este gol fue de tanta importancia para la época que automáticamente se declaró al 14 de mayo Día del Futbolista Argentino.
Stábile había formado una delantera pura de Independiente: Micheli, Carlos Cecconato, Lacasia, Grillo y Osvaldo Cruz. El arquero fue Julio Musimessi, Pedro Dellacha y José García Pérez los zagueros; y el medio lo conformaron el capitán, Francisco Lombardo, Eliseo Mouriño y Ernesto Gutiérrez.
La ligazón que tiene el fútbol argentino con el inglés le dio un condimento especial a este triunfo, como ocurre en cada partido que disputaron. Es de público conocimiento que este deporte es un invento de ese país y que fue introducido aquí por ellos también a finales del siglo XIX. Los primeros clubes que disputaron torneos nacionales fueron de origen británico y estaban compuestos por jugadores de esa procedencia. A partir del 1900, los criollos tuvieron mayor intervención y, de a poco, desplazaron a los europeos.
Las dificultades para derrotar a conjuntos ingleses (primera victoria de un conjunto argentino, en 1906, Alumni 1 – Combinado de Sudáfrica 0), sucesos históricos como la resistencia de Antonio Rattin a salir de la cancha luego de su expulsión en los cuartos de final del Mundial del 66´, la Guerra de Malvinas, la ya mencionada actuación de Maradona y las diferencias de estilos generaron una rivalidad significativa entre estas potencias del fútbol.
Una rivalidad marcada por una filosofía pragmática contra una estética técnica. Un juego veloz, con movimientos simples y basado en la fortaleza física; contra otro destacado por la destreza con la pelota, la improvisación y el virtuosismo individual. Una potencia económica y un país tercermundista. Un explotador y un subordinado.
Las estadísticas marcan una leve ventaja para Inglaterra. Desde el amistoso en Wembley que los locales ganaron por 2 a 1, jugaron en 15 oportunidades. Argentina ganó 4, Inglaterra 6 y empataron en 5 ocasiones, con 18 goles a favor y 23 en contra. Récord que se volcó hacia su territorio con los últimos dos enfrentamientos en el Mundial 2002 (0-1) y del amistoso de 2005 en Ginebra (2-3). Diferencias que la Argentina intenta achicar por honor futbolístico pero con una pizca de influencia de factores sociales.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario