A 5 AÑOS DE LA MUERTE DEL TANO

Cuentan quienes lo conocieron que El Tano (como lo llamaban todos) era un hombre serio, parco. Que siempre se preocupó por cumplir sus obligaciones, en el trabajo, con su familia, con sus amigos. No era sencillo arrancarle una sonrisa.

El martes 14 de mayo se cumplieron 5 años de su fallecimiento y el último domingo La Licuadora hizo un recordatorio de su campaña con una nota a su dupla en el remo, Eduardo Guerrero. Allá por el 2003, con 85 años de edad, Tranquilo Capozzo perdía su vida. Una vida que si hubiera aguantado un año más, le hubiese dado la oportunidad de ver colgada una medalla olímpica en un argentino luego de 52 años. 52 años después que él, junto a Guerrero, consiguiera la última con la ayuda de su remo.

Tranquilo Capozzo nació en los Estados Unidos el 23 de enero de 1918. Allí vivió algunos años, hasta que sus padres se separaron. Entonces, su madre se lo llevó a Italia, de donde era oriunda. Pero la situación para Capozzo y su familia tampoco fue sencilla en la península. El rigor económico en los años previos a la Segunda Guerra Mundial se hicieron sentir. Volvieron a América, pero a otro destino. En la Argentina buscaban el arraigo que no habían tenido hasta entonces. Y lo encontraron.

Se inició en la vida deportiva como ciclista pero en 1945 comenzó a participar en las competencias de remo en el Club Canottieri Italiani del Tigre. Tres años después era semifinalista de los Juegos Olímpicos de Londres en el single.

El deporte era una pasión, pero siempre estuvo subordinado a cumplir con todo: la familia, el trabajo, los amigos. Era mecánico especializado en máquinas de cerramientos. Viajaba cuatro horas para poder continuar con los entrenamientos. Con esa determinación, ganó infinidad de títulos argentinos y sudamericanos. Siempre como singlista.

Años más tarde lo hicieron competir el doble junto a Eduardo Guerrero y, en principio, la idea no le fue muy gustosa: "Mi respuesta fue rotunda: no quiero saber nada. Guerrero es un despistado, no tiene disciplina, es un incumplidor, es un chiquilín. Pero tanto me lo pidieron que al final acepté hacer una prueba." Es que ambos eran rivales en las aguas del club de la comunidad italiana y encima Guerrero tenía 10 años menos que él. Pero una vez juntos ganaron todas las competencias que disputaron entre 1950 y 1952.

Fueron campeones argentinos en 1950 y sudamericanos el año siguiente. El 23 de julio de 1952, durante los Juegos de Helsinski (Finlandia), obtuvieron, en la categoría Doble Scull, la última medalla dorada argentina hasta la que levantó Manu en Atenas, 52 años después.

El bote les fue entregado con el tiempo justo. Lo habían pedido prestado; cuando estaban bajándolo de un barco, se desenganchó, cayó desde una altura considerable y se rajó. Después de dar varias vueltas sin saber que hacer encontraron un carpintero ruso que se apiadó de ellos y se los reparó.

Casi no se entrenaron en la pista donde se hizo la competencia. Pero fueron pasando las etapas: eliminatorias, semifinales y llegó la final. A su lado estaban los más modernos botes de la URSS, Uruguay, Francia y Checoslovaquia. Eran mucho más livianos que la vetusta embarcación de los argentinos. Pero remaron más fuerte y llegaron antes.

En la carrera final largaron en el cuarto lugar y fueron superando a sus rivales hasta que, a la mitad del recorrido, alcanzaron la punta. A partir de ahí tuvieron que aguantar el ataque de la dupla rusa, la mejor del mundo hasta ese momento, y les terminaron ganando por seis segundos con un tiempo de 7m32s2/10.

Luego de este triunfo, Capozzo se retiró de la actividad y se fue a vivir por una década a Bolivia. El único remero que estuvo cerca de obtener un nuevo oro después de la dupla argentina fue Alberto Demiddi. En los Juegos de Munich 1972, siendo el gran favorito para obtenerlo, tuvo que conformarse con la plata. Además de estas medallas, el remo argentino consiguió dos medallas más en la historia de los Juegos. Un bronce en Berlín 1936 (Horacio Podesta y Julio P. Curatella) y otro en Méjico en 1968 (Demiddi).

No podes dejar de escuchar a EDUARDO GUERRERO en la Licuadora del domingo. Habló de su pasión por el remo y lo que fue ese dúo dinámico del remo nacional... Como siempre, en el Reproductor de Entrevistas