jueves, junio 19, 2008

MISTERS D

Hicieron un arte de ella. Un culto. Le rindieron homenaje a esa frase que dice que ella “gana campeonatos”. El mundo está de fiesta. La ola verde se esparce por todo el mundo y riega a los fanáticos de este deporte, porque todos están contentos (los LA fans, por supuesto que no) que el duende verde sea campeón otra vez. Los Boston Celtics fueron amo y señor de esta temporada en la NBA, y así, la historia de esta franquicia tuvo su revancha, después de más de dos décadas sin campeonatos. Y lo hizo con el arma más pletórica que este juego puede tener. Muchos, o la gran mayoría, pueden ser súper anotadores, potencias ofensivas que aportan al Show business, pero pocos en la historia de este juego han sido ganadores en base a la defensa. Señoras y señores, ladies and gentleman, presentamos a MISTERS D: Los Celtics versión ´08, Señores defensa. Defense, defense, defense…

¿Pero como se forjó este equipo con todas las letras? ¿No era que Boston iba a perder al último jugador estrella que le quedaba? Todo se hubiese dado así. Pero hubo decisiones… Claves, importantes, como quieran llamarlas, que cambiaron el rumbo hacía el verdadero camino histórico de esta franquicia. En el verano americano, Kobe Bryant y Paul Pierce juraron dejar sus equipos para buscar nuevos horizontes. Los dos estaban cansados de luchar contra la corriente, habían decidido hacer públicos sus deseos de irse. Pero la vida les sonrió y Kobe fue rodeado de valor positivos más la llegada del español Gasol. ¿Y el Nº 34 de los Celtics? Para lograr mantener a su única figura y lograr el 17, el general manager Danny Ainge (conocedor del espíritu verde) consiguió, quien sabe como, a Ray Allen y a Kevin Garnett, luego del traspaso que incluyó a más jugadores en la historia de la liga más famosa del mundo. Pero quedaba verlo en acción en el Garden…

El viejo estadio que vio los festejos por años consecutivos de Bill Russell, Cousy; la llegada de Bird y las decenas de apellidos gloriosos que enmarcan la vida de los Celtics, tuvo su gran fiesta. En la cancha, una serie con muchos condimentos para el análisis. Las rachas súper ofensivas de los Lakers en los partidos como locales que luego se desplomaban, la soledad de Bryant en muchos pasajes del juego, la ausencia de Gasol (algo común en el español), fueron algunos de los puntos que le impidió al equipo de Phil Jackson volver a repetir después de seis años. Pero como otras lo han sido, y casi todas lo fueron, estas NBA Finals quedaron en la historia por dos signos principales a favor de los más ganadores: el primero, en el 4º juego provocaron el mejor regreso en toda la historia de la liga, ya que ningún equipo había remontado una diferencia de 24 puntos para ganar el juego (estaban 45-21 en el segundo cuarto y ganaron la segunda mitad por 28 puntos de diferencia) El otro, los 39 puntos de ventaja con la que finalizó el decisivo sexto partido (131-92) son la segunda mayor diferencia que un equipo le sacó a otro en la final (el récord lo tienen los Chicago Bulls de Michael Jordan, que en 1998 vencieron 96-54 a Utah en el 3º juego). ¿Quién dice que este tipo de definiciones no dejan algo que contar?


Los Celtics marcaron el ritmo de principio a fin. El monstruo de tres cabezas funcionó a la perfección, pese a las dos series complicadas ante Atlanta y Cleveland en el arranque de los playoffs (llegaron a siete partidos). Sumado a un gran trabajo colectivo, las estrellas rindieron individualmente. Ray Allen mató desde el perímetro (52.4% en triples ante los Lakers), Kevin Garnett llegó tercero en la elección del MVP de la fase regular y Paul Pierce fue el MVP de las finales (21.8 puntos, 6.3 asistencias y 4.5 rebotes) Y así lo demostró The Big Three (Gran Trío) de los locales, que fue decisivo en el partido final: Kevin Garnett aportó 26 puntos y 14 rebotes, Ray Allen anotó también 26, y Paul Pierce, consiguió 17 puntos y dio 10 asistencias.

¿Y los demás? Todo gran equipo tiene jugadores de rol que cumplen su función a la perfección. El trabajo de Perkins, Tony Allen y el resucitado P.J Brown traído del retiro, más la conducción de Rondo, un joven que le ganó la titularidad a veteranos como Cassell y House, sumado al perro de presa James Posey, un come hígado que marco de manera casi perfecta a Kobe durante toda la serie, conforman el equipo que todo coach desea. Y así lo soñó Doc Rivers, que le impuso una clave que fue el bastión de este plantel a lo largo de la campaña (Nº 1 en la fase regular): la defensa. Por algo Garnett fue elegido el jugador defensivo del año y jugadores como Posey se ganaron un lugar merecido. Así como también el lema de “no dejar bola al aire perdida, nunca”. Un trabajo fino de un entrenador que vivió su momento más feliz, meses después de la muerte de su padre.


El pasado es nuevamente el presente. Los Boston Celtics son campeones de la NBA. Están de vuelta después de unas vacaciones de 22 años. Pero hay algo que se deduce por títulos y leyendas. Por la historia misma. Son los más grandes, lejos.

Para el baile, vestidos de verde...

Páliza histórica de Boston Celtics - NBA Champions 07/08

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