River mandó la pelota afuera. Cuando pretendió pedir tiempo muerto, el reloj había corrido, demasiado rápido para los dirigentes. Después de 14 años sin básquet, River volvió en 2004-05 para lograr un promisorio 7º puesto, pero la comisión directiva que reflotó a este deporte e invirtió en la remodelación del microestadio no presentó los avales y adiós básquet.
Quedará desafiliado de la Asociación de Clubes (AdC), una vez que se cumpla el trámite en el Tribunal de Disciplina. Todo porque no presentó los certificados de libre deuda con los jugadores y cuerpo técnico (dejó de pagar los sueldos hace siete meses) de la temporada anterior. Una suma estimada en $800.000, a esta altura por debajo del valor de la plaza.
No pagó en la fecha límite, el viernes pasado. Recibió una prórroga hasta el miércoles y tampoco lo hizo. Imposible hacerlo cuando sus dirigentes se acordaron a último momento de renegociar las deudas (con pagos a 12 y 24 meses), alimentando así, el enojo de los afectados.
En el futuro cercano, las opciones que le queda al club que supo una vez llegar a ser subcampeón son: 1) pagar antes del 11 de agosto y recibir un guiño de la AdC que le permita jugar; 2) no pagar, perder la plaza y de la deuda se hace cargo la AdC, el año que viene, cuando venda ese lugar. También está claro que hoy por hoy no hay un club interesado en comprar la plaza de River (la tendría que vender a menos de lo que debe) porque casi no hay jugadores libres en el mercado para armar un equipo respetable.
Supuestamente, Héctor Grimberg, tesorero de River, mencionó que el básquet al club de Núñez le costaba cuatro millones de pesos por año. ¿Extraño no? Ya que si nos remontamos a épocas recientes, donde el 1 a 1 reinaba en nuestro país, nunca ningún equipo llegó a ese presupuesto. El equipo de mayor presupuesto de la temporada 05/06 fue Gimnasia (CR), con 2.2 millones (se coronó campeón), seguido por River, con dos millones.
¿Entonces, como puede decirse que un club como River no consiga sponsor, sus hinchas no concurran a ver al equipo (menos contra Boca) y también se queje de que la organización del torneo esta echa para los clubes del interior, cuando la LNB es el torneo más federal en Argentina?
Para ser GRANDE de verdad, rótulo que lo demuestra más hechos que palabras vacías, hace falta compromiso. Costos conocidos en el básquet de cualquier parte del mundo (viajes, alojamiento, alimentación) no tienen que ser pretexto para personas que, verdaderamente se jactan que saben como conducir un deporte y, en un par de años, lo estrellan con las ilusiones de muchos…
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