EL PROBLEMA PARECE SER EL ENTRENADOR...

Una vez más Guillermo Coria cambió el conductor de su vida tenística y Horacio de la Peña se convirtió en el noveno DT de su carrera. Después de sus últimos pasos en manos de los españoles, Josep Perlas y José Higueras, el tenista de Venado Tuerto volvió a confiar en la capacidad de los argentinos.

Es verdad que el acuerdo temporal con José Higueras abarcaba hasta el final de Wimbledon y que la ayuda únicamente iba a ser brindada en los torneos grandes. Es verdad también que esta misma metodología no lo conformó a Josep Perlas y por eso prefirió responder a propuestas de otros “clientes”. Pero, a pesar de estos contratiempos y quizá de muchos otros... ¿qué tan bien le hace a Guillermo Coria cambiar tan seguido de entrenador?

La lista enumera, desde el inicio de su carrera en 2000, a Gustavo Luza, Mariano Monachesi, Franco Davín, Alberto Mancini, Fabián Blengino, Gabriel Markus, Josep Perlas y José Higueras, los dos últimos españoles. Ahora se agrega De la Peña con el número 9.

De todos estos entrenadores, en los últimos dos años estuvo con cinco diferentes. Markus fue el que tomó el timón luego de la decepción de Roland Garros 2004 compartida con Blengino. La caída en el nivel de Coria a partir de aquella final perdida con el Gato Gaudio coincidió con esta conducción de Markus por lo que se buscó una solución con un entrenador extranjero y de experiencia. Perlas hizo público su acercamiento y el idilio duró sólo tres meses. En marzo, el Mago recibió la ayuda de Higueras, ex coach de Jim Courier y Michael Chang, con una asistencia “medio tiempo” que obviamente no sirvió de mucho porque este lapso fue el peor de su carrera.

Coria no encuentra su tenis y, hasta ahora, parece no encontrar un guía que lo satisfaga. De la Peña cree en la capacidad de su flamante dirigido. "Quiero devolverle la felicidad a Guillermo. No va a ser difícil porque confío en su capacidad de competición. Es cuestión de engancharle la vuelta. Y si lo hacemos rápido, en dos meses Guille vuelve a ser el que fue", aseguró el Pulga quien es visto por Coria como el entrenador que necesita en este momento.

Sería bueno que no sea sólo para “este momento”. Es saludable que encuentre una relación a largo plazo para fijar metas a largo plazo. Que las ansiedades se sofoquen. Que vuelva a sentir dentro de la cancha ese espíritu competitivo perdido en estos tiempos, pero a través de un proceso escalonado, paso a paso y sin obviar etapas.

De la Peña le brindará la dedicación completa que Coria necesita. Es un entrenador con buenos resultados en su haber (llevó a Franco Squilari al 11º lugar del ranking y depositó a Chile en el Grupo Mundial de la Copa Davis, entre otros) y con el conocimiento necesario para saber como tratar al santafecino. Además, su acuerdo de trabajo con vencimiento en fines de 2007 ya es un buen augurio. El Pulga dijo que le quería regalar un Roland Garros... mejor que reciba primero estabilidad con un entrenador y con su juego, confianza en sus golpes y, sobre todo, en su saque; y la fuerza mental que tanto lo caracterizó. Lo otro viene solo.