martes, agosto 11, 2009

TRV6 – La Carrera de la Historia: PECHO A TATO Y TOTO COCINO TODO…

Que show. Otra vez el Top Race V6 fue puro espectáculo. Después de la gran carrera en Interlagos (más papelón incluido en los boxes entre Fontana y Marquitos Di Palma), la categoría espectáculo del automovilismo nacional vivió la octava fecha del año en el Roberto Mouras de la Plata. Algo especial tenía esta competencia. Algo diferente. Algo distinto. Pasado y presente. Pilotos retirados, algunos invitados y los que son parte activa del TRV6. Bienvenidos al show con protagonistas únicos.


Sábado del rey. Ya es su sana costumbre. Ya es para el resto de sus colegas, una mala costumbre. Porque el día de la clasificación volvió a ser de un solo hombre. Uno que no para y sigue mostrando que a la hora de pisar el acelerador para clavar el tiempo más rápido, no hay quien le gane. Porque si sumamos las últimas 11 competencias del TC, TC 2000 y Top Race, José María López fue el Nº 1 en todas. Una viola bien afinada, sin dudas. Y acá no vale decir que el auto esto o el coche lo otro, ya que con tres marcas distintas (Torino, Honda y Ford), sumado a las diferencias en los reglamentos, Pechito confirmó de nuevo que es imparable la tarde de los sábados. Así es más fácil. ¿O no, Tato y Toto?

A Tato de Pecho. En la primera de las tres competencias en las que estuvo dividido el domingo, la final de los pilotos oficiales fue la más apasionante. Sobre todo porque se podría decir que después de la curva inicial, el trinomio que salió victorioso selló su destino. Palmo a palmo, dos grandes. El Gurí Martínez y López pelearon con todo por quedarse con el lugar de privilegio, pero una maniobra apretada dejó al cordobés con la punta de la carrera, lo que no cambiaría hasta la bandera a cuadros. Pasada la introducción, llegaba la hora del desarrollo. Momento clave si los hay en las novelas literarias, también lo sería arriba de los coches. El paso de posta fue sin sobresaltos para Ezequiel Bosio, que supo mantener el liderazgo hasta el final de la prueba para brindarle el 1 al que se convertiría en el protagonista de la jornada. El Ford azul volvía a ganar y un enorme corredor tenía su momento. Otra vez arriba de un auto de competición.

Toto intacto. Desde el 23 de septiembre de 2001 en Río Cuarto, no festejaba una victoria. Aquella fue como piloto en actividad sobre un Turismo Carretera. La del domingo fue la primera como piloto “retirado”, dado que él nunca se bajo oficialmente. Es más, las ganas están pero los tiempos son otros y sabe que ahora sin un equipo poderoso y una estructura inteligente (como de la que es parte con el HAZ en TC), es casi imposible. Igual, la muñeca está intacta. Y lo dejó bien claro al aventajar y triunfar en la carrera final sin apuros del segundo, Oscar Fineschi. Miguel Angel Etchegaray, un piloto curtido que transitó momentos complicados del automovilismo argentino, le dio el desenlace justo a esta Carrera de la Historia.


La trilogía estaba completa. Cada una de las partes hizo lo propio para celebrar a lo grande en La Plata. Porque todo empezó con el piloto top del momento, siguió otro que tiene mucho potencial y finalizó con un veterano que volvió a sentir en la piel lo que un auto de carreras te hacer sentir. Pura magia.

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