Traición por la espalda… Mejor expresado, de la espalda. El físico de Juan Martín aguantó como pudo hasta el tie break del segundo set en la final frente al flamante número 2 del ranking mundial. Y en 27 minutos sintió como se le escapaba la oportunidad de alzarse con su primer Master 1000.
A Delpo lo frenó el mismo rival que el año pasado cortó su racha seguida en el US Open, el escocés Andy Murray, quien en casi tres horas de intenso juego lo derrotó 6-7 (4-7), 7-6 (7-3) y 6-1.
El mejor jugador argentino en la actualidad tiene apenas 20 años y ya está instalado con seguridad entre los mejores del mundo. Pasaron algo más de 10 meses desde su ingreso en el top ten del ranking, lugar que nunca abandonó y en el que llegó a trepar hasta el 5° lugar. No ha bajado del 6° puesto y se mantiene a cierta distancia de sus perseguidores gracias a sus excelentes resultados.
Con el triunfo en Washington hace pocos días y la gran actuación en Montreal, demostró que las canchas de cemento le sientan más que bien. Sus dos primeros títulos los ganó en polvo de ladrillo; los otros cuatro, en esta superficie, su predilecta.
Después de Wimbledon empieza lo mejor del año para el tandilense. Sucedió en 2008 y todo indica que se repetirá en 2009. Ahora su gran objetivo es el US Open y tanto esfuerzo tiene su precio: no será parte del torneo de Cincinatti, ya que las molestias en la zona posterior del hombro izquierdo se acrecentaron tras la final y no quiere arriesgarse a una lesión que lo aleje del circuito en su momento favorito.
Se vienen meses intensos para Juan Martín, quien intentará nuevamente meterse entre los 8 participantes del Masters final, donde buscará mejor su actuación del 2008 y coronar un nuevo año de logros y gran crecimiento.
Ya se imagina, al igual que un recuperado David Nalbandian, la lucha por la Copa Davis y la esquiva Ensaladera de Plata en manos celestes y blancas. Y porque no una escalada en el ranking, imponiéndose a los mejores del mundo con su juego firme, su saque potente y sus golpes cruzados. Los mismos que aniquilaron a Rafa Nadal en Montreal; los mismos que molestaron (y mucho) a Murray, pero que finalmente fueron superados por la maldita y traicionera espalda...
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