La pelota y los negocios: NADIE PODRÁ DETENERLO...

Brazos arriba. A festejar. Celebración sin igual con bombos y platillos. Lo que buscaba, lo consiguió. Una vez más. Se siente el rey del fútbol. Claramente lo es. Es el rey de las contradicciones. El supremo de este enorme negocio del fútbol que en la Argentina tiene signos de magia negra. Sus manos mágicas lo manejan todo. Calla voces y ordena los pasos a seguir. Control total. Ese es Don Julio. El tribunero sentado en el sillón de Rivadavia hace ya 30 años. Acá poco importa que la televisión pública lleve a los hogares de los argentinos los 10 partidos (tal vez menos), porque cuando hace poco más de dos décadas firmaba un contrato con Torneos que le iba a redituar un fuerte ingreso económico, él no pensó en la felicidad de los futboleros. A sólo tres días y varias horas del comienzo del Apertura 09, nada ha cambiado.

La pelea la ganó. Y con creces. ¿No fue Grondona el que soportó tener secuestrados los goles hasta que el domingo ya fuera lunes y en este momento se rasga las vestiduras con una frase de cabecera: “fútbol para todo el mundo por televisión abierta”, cuando en innumerables lugares del interior del país es necesario tener el cable para poder ver cualquier canal, el 7 incluído?

La revolución la armó él, como hace 10 años en Ezeiza. En aquel invierno de 1999, el presidente de la AFA impulsó un cambio rotundo. Así no se podía seguir. Clubes en convocatoria de acreedores, en quiebra confirmada era el panorama de esa época. Nada cambió. Él tampoco. Para los fanáticos de Los Simpsons, ¿recuerdan ese capítulo donde Flanders es el diablo y Homero le vende su alma por una rosquilla? Bueno, aquí cambiemos el bizcocho por mantenimiento en el poder absoluto. Los presidentes pasan, él sigue. La democracia se fue y volvió pero Julio revoloteó con todos, siempre.

En esta desición que el mundo de los medios sintió como un cimbronazo nunca antes visto, Grondona se piantó camino a la Casa Rosada. Cristina lo esperaba con los brazos abiertos para que ambos sellen este pacto con fuego. Mantenerse en el poder hasta 2011 sin importar lo que pase. ¿Podrá el Estado pagar por temporada los 600 millones que la casa del fútbol con dirección en Viamonte pide? Parece poco probable. Como así también que no haya al menos un 50% de despidos en TyC, al fin el más perjudicado en una guerra mediática e ideológica contra el Grupo Clarín. ¿No perdió mucho Torneos al defender al multimedio Nº 1 del país?

La pelota vuelve al ruedo. Mientras Agremiados va club por club en busca de la plata que la dirigencia les debe a los jugadores, el arreglo está hecho. La pelota la tiene Grondona. Como siempre la tuvo. ¿Tendrá preparado junto con el Gobierno K que el Grupo Telefónica sea la nueva vedette en la televisación del fútbol de primera en poco tiempo? Llámenlo a JG y pregúntenle. Total, pacto cumplido. Ahí lo ven, al todopoderoso. Con sus amigotes detrás haciéndole el aguante. Nada cambió. Nada lo detendrá.