lunes, septiembre 20, 2010

Copa Davis vs. Francia: BORRADOS


Pasó mucha agua por debajo del puente. Por encima, no pasó Francia y su serie de ensueño. Con mágico Michael Llodra, que seguramente no olvidará este fin de semana en Lyon. Se dio el gusto de sepultar al dobles argentino con ese gatillo fácil que tuvo por brazo izquierdo. Ese saque ganador que cerró el tercer punto de las semifinales, y que le dio al equipo francés el pasaje a una nueva final por la Davis. Después, todo estuvo de más. La escena dominguera sólo sirvió para ver las miserias del team nacional y demostrar que el cabaret galo de los 23 en Sudáfrica 2010, sólo estuvo cerca cuando Llodra se puso a bailar con los hinchas argentinos. ¡Afficher uniquement!

Doblados.
Y limpiados. Un título que, más allá de caerle perfecto a los tres días de acción, también tiene su punto de análisis en lo que fue el dobles del sábado. Porque Schwank y Zeballos, pese a que venían de un gran campeonato en Flushing Meadows (entre los cuatro mejores), cargaron en sus espaldas con el peso de estar contra la pared. O era triunfo o significaba el fin del sueño por la Davis. Una situación complicada para un dúo en plena formación. Y si a este panorama le agregamos una noche de viernes caliente en la interna del equipo, más la actuación del inconscientes Llodra (clave en el 1º) y la participación excluyente (y obligada) de Arnaud Clement en el segundo y tercer parcial, la dupla argentina hizo lo que pudo. Una vez que terminó el primer set (4-6), Vázquez y los jugadores optaron por buscar al hombre de las gafas, dado el nivel que seguía mostrando el hombre que había sacado de la cancha a Mónaco el viernes. Pero la movida estratégica tampoco resultó. Fue como seleccionar un veneno más suave pero igual de mortal. Cada vez que los argentinos se iban a la red, Clement sorprendía con globos de lujo. Para no ser menos, con la muñeca caliente, Llodra tiraba passings con los ojos cerrados. Así, con dos tipos enfrente que volean bien, tiran bien de fondo, sacan con un caño y, a la hora de defender, también lo hacen bien, de tu lado todo se ve mal. Eso le pasó a Schwank y Zeballos. Con un servicio poco confiable (la pareja francesa tuvo 15 oportunidades de quiebre y cinco veces vulneró el saque de los argentinos), el partido se agotó rápido: 7-5 y un concluyente 6-3 para romper la ilusión en menos de tres horas de juego. Revoir Argentine...

Cierre perfecto. Si algo le faltaba a este match para tener sentencia de histórico, fue la jornada dominguera. Por razones obvias, ninguno de los cuatro jugadores que participaron de los singles del primer día, jugador con la serie definida. Fue así que, para completar la estadística, Eduardo Schwank cayó ante Gilles Simon por 7-6, 6-7 y 6-3 y Horacio Zeballos perdió con Arnaud Clement por 7-5 y 6-1.

No hay comentarios.: