viernes, noviembre 14, 2008

LNB - 11º y 12º Fecha: LA NARANJA NO SE MANCHA

¿Por qué? Claramente, la pregunta que todo gustoso de ver un buen partido de básquet por TV o en vivo, se hizo cuando vio las imágenes deplorables que cerraron lo que había sido una fiesta cervecera en Olavarría. Por primera vez en la historia de este clásico, el de mayor envergadura en los 25 años de la competición nacional, el partido se disputó fuera de Mar del Plata. El evento del fin de año para el deporte argentino provocó un éxodo de marplatense hacía el Maxigimnasio de Estudiantes, aquella cancha que supo ver a un equipo súper poderoso campeón de dos ligas. ¿Falló el operativo policial? ¿Los plantes contribuyeron para la pelea post match? Hay una reacción que define estos encontronazos estúpidos, sin sentido. Tres frases, algo simple: NO SABER PERDER…

Se sabe que la paternidad de Peñarol es grande. Y sobre porque en los últimos años a estirado la ventaja que lo convierte, según el lenguaje del aguante, en el dueño de La Feliz. En el primer fin de semana de acción para la LNB se había visto las caras. Quilmes había ganado uno de dos en la Copa Argentina y buscaba el segundo seguido por primera vez en cuatro años. Pero la jerarquía individual, en especial la de David Jackson y Román González, prevaleció. Así fue como 4.000 personas en el Polideportivo vieron como el Milrayita le daba una cachetada más a su histórico rival. Y ponía la ventaja 52-31 en los enfrentamientos por competencias argentinas.

Esta vez, el juego se presentó diferente al jugado por la 2º fecha. Tramite parejo, con errores de ambos equipos y poca efectividad en los tiros de cancha, marcaron el desarrollo del cotejo. Es así que empezaron el cuarto decisivo iguales (68-68) Pero la aparición del juvenil Nicolás Romano (futuro prometedor), fue la pieza que le faltó al equipo conducido por Esteban De La Fuente, para dar el golpe. Pero la felicidad, mucho no duró.

Cuando todo el equipo cervecero se prestaba a abrazarse y celebrar por haber conseguido una victoria espiritual, la locura piso el parquet de un estadio que, hasta ahí, había sido una fiesta del básquet. Un grupo de fanáticos de Peñarol saltó desde la tribuna y en forma inmediata recibió respuesta desde la barra de Quilmes. Durante 15 minutos fue una batalla a las trompadas y patadas entre los dos grupos. Casi 100 tipos sin conciencia alguna. Desde un primer momento, jugadores intentaron separar. Desde el DT Hernández hasta Pablo Gil, quien recibió una piña en la boca que le provocó la pérdida de varios dientes y una conmoción breve. 100% anti básquet.

¿Para que sirvieron los preparativos previos a la salida de las dos hinchadas? Se les impuso diferentes horarios a los clubes para que no se cruzaran camino a Olavarría (la barra de Quilmes llegó minutos antes de que finalizara la primera mitad) y desde la dirigencia de ambas instituciones se bajaron los humos en las declaraciones previas al juego. Nada de esto sirvió. Porque el cerebro quemado puedo más que festejar un triunfo. O aguantarse una derrota. Al fin y al cabo, es sólo eso. La que si perdió y por más de 20 puntos en el tablero de la liga fue el deporte. La familia del básquet...

Zona Norte. Gran fin de semana para uno de los santiagueños. Quimsa lleva una buena racha con Pestuggia (2-0) después de la renuncia de Fernando Duró y quiere llegar al Súper 8. Primero le ganó a Libertad (perdió los dos juegos de la doble) y en el clásico de la provincia se tomó revancha de Ciclista. Fue 91-71 con un Mázzaro que va tomando ritmo. Para tener cuidado. El resto, todo muy parejo: cada uno terminó 1-1 (BH, Regatas, Sionista y Obras). Pero hay uno que no para de ganar y que está que quema. ¿Quién? ¡Adivinaron! Atenas, que primero mató a Olímpico y después se vengó del campeón con la mejor actuación de las fechas: Bruno Lábaque la rompió. Saltó a la cancha a pesar de su molestia en una de sus rodillas y metió tres triples consecutivos para poner al Griego en la estratosfera.

Zona Sur. ¡Que te pasa Bahía! Estudiantes se pinchó. Y como local. Cayó frente a Gimnasia y El Nacional le dio el empujón definitivo (se llevó el clásico contra de Bahía, lleva cuatro triunfos consecutivos y tres fuera de casa) para soñar con entrar al Súper 8 que se va a disputar en el estadio Obras. Los de Comodoro Rivadavia también tuvieron un finde de ensueño: dos triunfos como visitantes en plazas complicadas (Bahía y Neuquén) Justamente Independiente perdió fuerza en el Ruca Ché (0-2) Lanús ganó y perdió, al igual que Boca, que le ganó al Granate pero perdió en Mardel contra Peñarol. Todo muy parejo en la cima… y más con el descuento de puntos de la AdC a Peñarol (4) y Quilmes (3) por los incidentes en el clásico.

Momento aparte se merece el regreso del TIRADOR de nuestra LNB. Después de 10 años volvió la Escopeta. Juan Espil se calzó la del Xeneize. El Huevo respira… ¿Tranquilo?


El Flash de la Liga: La brutal agresión a Pablo Gil que comienza la batalla en Olavarría.

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