martes, noviembre 25, 2008

La Gran Final: MALPARIDA

Hagamos un poco de memoria. Pasadas las 17 hs. del domingo 21 de Septiembre del corriente año, la Torre de Tandil se convertía en el héroe del fin de semana en el deporte argentino. Su gran victoria en Parque Roca contra Igor Andreev en el quinto punto de la serie por las semifinales contra Rusia, lo ponía tan arriba en la consideración popular como su más de 1.90 metros. A partir de los festejos en Buenos Aires, y los que venían desde la Plaza de Toros en Madrid con la eliminatoria entre españoles y estadounidenses, el equipo de Mancini tenía rival. ¡Y que rival! Hasta ese momento, el mejor jugador del planeta tenis en todo el 2008 tendría que visitar suelo argentino. Y a partir de esto, se provocó un sin fin de movidas para armar el “Operativo Ganar la Davis” ¿En que quedó todo? Es claro y notorio…


La premisa principal después de las celebraciones y abrazos entre Del Potro y Nalbandian era simple: si viene Rafa Nadal lo tenemos que llevar a carpeta indoor. ¿Todos de acuerdo? Sí capitán. ¿Dónde armamos la cancha? Explotó la interna. Todos, cada uno de los integrantes, comenzando por los jugadores, el cuerpo técnico y la dirigencia de la AAT (como siempre se los menciona, las famosas "tres patas") tenían que tomar la mejor desición deportiva para potenciar las posibilidades de ser campeones por primera vez de la famosa Ensaladera. ¿Pero que se hizo? Se maltrató a la situación. Se la llenó de dudas, comentarios entre las partes, cartas en apoyo o no a los posibles escenarios. En otros términos, se politizó y mediatizó si tenía que ser Córdoba o Mar del Plata.

Y apareció Scioli con nueve millones de dólares para apostar al Polideportivo Islas Malvinas. Y la imagen del Rey David apoyando la candidatura de su provincia natal de la mano del Orfeo Superdomo, provocó un cruce de opiniones entre los directivos y el unquillense. ¿Por qué se ofrecieron dos sedes posibles a la ITF cuando, según se decían puertas adentro, todos habían estado de acuerdo en que fuese Córdoba la elegida? Porque los intereses existen para todos. Sino no hay más que irnos hasta hace unas horas nada más, donde Guillermo Vilas declaró a un diario marplatense que “yo siempre supe que se iba a ser acá”, en referencia a La Feliz.

Cuando la Federación Internacional, luego de varias visitas para cotejar los trabajos realizados en ambos estadio, se decidió por el que fue construido para los Panamericanos de 1995, todo parecía indicar que David no estaría contento. Y así lo mostró en una carta con remitente al presidente de la Asociación. Un escrito que recorrió los medios con la intención bien marcada de meter presión. Entonces, ¿Cuándo iba a ser la hora de hablar del tenis de verdad? ¿Se le iba a poder ganar algún punto a Nadal y así consumar la gesta histórica? Pero, mientras las refacciones estaban a toda hora del día en Mar del Plata, la noticia más alentadora llegó a oídos de todos los argentinos: “Mi rodilla está lastimada y si quiero empezar bien la temporada que viene, no puedo viajar a Buenos Aires…” Y el gritó de alegría se escuchó en la concentración nacional. En todo el país.

Hasta ahora, el panorama después de tantas irrupciones gubernamentales era bastante mejor. Todos casi contentos. Mientras se ponía a punto la superficie a gusto de los jugadores, no venía la figura del equipo rival. ¿A alguien se le habrá pasado por la cabeza caer sin Rafa? Por lo menos no hasta que JM Del Potro, el súper héroe frente a los rusos y casi villano luego de haber viajado hasta Shangai para ser parte del Masters, sintió el golpe físico y el viernes terminó 1-1 y con el tandilense out del cuarto punto. Y con todo el equipo, sobre todo Nalbandian, explotando de ira contra el joven de 20 años. Que clima distinto al que se viera hace dos meses atrás, ¿no?

La AAT tuvo los millones que quería (suma cercana a los 2 millones de dólares) pero la Ensaladera viaja para España. Estará llegando el 4 de Diciembre a las arcas de la Federación. El mal manejo en la venta de entradas, el manoseo absurdo para elegir en que cancha disputar la finalísima (¿No sería mejor potenciar la ventaja de localía que se consiguió en el Parque Roca, con cualquier superficie posible?) y la pelea interna entre los tenistas argentinos (eso será momento de otra crónica) le dieron un ambiente a este desenlace fatal. Nefasto, como el mismo líder de nuestra Legión se encargó de aclarar.


Lo que está claro es que la final se parió mal desde que todos en el vestuario post triunfo a Rusia decidieron lo que era supuestamente mejor para todos. ¿Quién se benefició? Péguenle un llamado a un tal Emilio Sánchez Vicario…

1 comentario:

Fernando dijo...

Desafortunadamente, la política ha embarrado la cancha, más de lo que habitualmente realiza.
Entendiendo como "políticas" las actitudes de algunos jugadores por la preferencia de una u otra serie.
Creo que los jugadores tendrían que haberse concentrado más en el tenis que en intereses propios, y no me refiero al caso Del Potro, me parece que hizo bien al ir a Shanghai.
Si se hubiera ganado, obviamente, los reproches hubieran quedado tapados bajo declaraciones y fotos con la Ensaladera.