martes, noviembre 25, 2008

La Gran Final – Día Nº 2 y 3: LA ENSALADERA SIGUE SIENDO UN SUEÑO


No pudo ser. Dos habían sido las oportunidades previas pero ninguna tan clara como ésta. Se puede decir que había dos jugadores top ten (aunque David Nalbandian no tenía momentáneamente ese status), se jugaba de local, el rival estaba disminuido por la falta del número uno del mundo y por el flojo rendimiento de su segunda raqueta. Todo era de la Argentina, sin embargo el cielo gris se vio en el Polideportivo de Mar del Plata a pesar de que el estadio es techado.

El pánico generado después de la derrota y la lesión de Juan Martín Del Potro se extendió el día sábado con el partido de dobles entre David Nalbandian y Agustín Calleri frente a Feliciano López y Fernando Verdasco. Era el punto fuerte de los españoles y lo demostraron. El resultado fue 5-7, 7-5, 7-6 (7-5) y 6-3 en un partido que fue de ida y vuelta.

Ida y vuelta porque comenzó con un gran juego de Nalbandian. Donde un quiebre sobre Verdasco posibilitó ponerse 6 a 5 y abrir las puertas para el set inicial. Pero el panorama se modificó a partir de la influencia del público, la reacción de la dupla europea y el consiguiente cambio de resultado.

Un segundo set parejo bien cerrado por López y Verdasco y un tercer set que parecía claro para los españoles al ganarlo por 5-1, se complicó y otorgó una posibilidad de remontada. Empate, posterior, definición en el tie break, 5-1 arriba para la Argentina y polémica. El grito de una española derivó en una doble falta de Nalbandian y reclamos posteriores. Pero esto no ayudá a la dupla argentina que se vio perturbada por el hecho y pagó caro en el resultado. El cuarto set sólo sirvió para completar el marcador y enmudecer a la gran mayoría.


La desazón era completa. Tanto en jugadores como en el público. La situación favorable para la Argentina se había invertido por completo. El mejor jugador del momento no podía jugar el cuarto punto decisivo. José Acasuso, de mal año y peor segundo semestre, debía enfrentar a Verdasco, Nº 16 del mundo y envalentonado después del dobles. Sumado a eso surgían rumores de peleas internas y en el estadio, los jugadores que miraban el partido de Chucho no mostraban la unidad característica.

Acasuso, como en 2006, tomó la responsabilidad de jugar con la serie match point en contra. El desarrollo del partido comenzaba opaco pero con el correr del partido las ilusiones renacieron. Perdió un primer set en el cual se mostró demasiado errático y con poca movilidad. Verdasco concretó su oportunidad de quiebre y cerró 6-3. La esperanza argentina se engendró con un segundo set que comenzó con contundencia ganando por 3-0 pero que después se complicó. Sin embargo Chucho demostraba un nivel que no había tenido ni en el primer set ni en gran parte del año. Fue 7-6 (7-3) en el tie break y su buen juego se extendió al 6-4 del tercer set.

Como había ocurrido con Del Potro dos días antes, los fantasmas de la lesión volvían a surgir. Un dolor abdominal se expresaba en el misionero a través de su cara de fastidio que se combinaba con su rendimiento en la cancha y el estado crítico de la serie. Chucho quiso, y a pesar de estar a sólo un set de darle la posibilidad a Nalbandian de cerrar la serie (algo que hubiese sido altamente positivo para las aspiraciones del equipo), no pudo contra Verdasco. Fue 6-3 y 6-1 y tercera Copa Davis para España.

A pesar de hacer una gran Copa Davis, la Argentina se va con un sabor más que agridulce, se podría decir amargo. El fin de la Davis 2008 provocó la salida de Alberto Mancini como capitán después de cuatro años y abre nuevos interrogantes en el equipo después de las polémicas que se generaron. Por lo pronto, Argentina sigue teniendo dos singles muy fuertes que pueden jugar en cualquier superficie. Pensar en una nueva oportunidad no suena a utopía.



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