Si se apuran, para nosotros mejor. Pero para el Mundial de Turquía, todavía falta. Primero, Manu desea asegurar su futuro. Ginóbili quiere quedarse en San Antonio. Fue la franquicia que le permitió ser reconocido en el planeta NBA y donde forjó gran parte de su vida deportiva y cotidiana. Cuando la temporada acabe, sus mellizos serán lo más importante, por esto desea quedarse en la ciudad. Pero lo más importante es que lo está demostrando donde se debe. Nada de escritorios, acá lo que vale para el ojo clínico de la dirigencia Spurs es verlo en su mejor forma física y basquetbolística. Y con la noche de anoche, ¿Quién no querría tenerlo?
Manu hizo todo para ganar. Rompió su récord de puntos de la temporada (38 pts), con buenos porcentajes (5-12 dobles, 7-11 triples y 7-7 libres), sobre todo de tres (con siete anotados igualó la marca de la 09/10) aunque quedó a diez de su marca de puntos ante Phoenix. Lastima que no sirvió para ganar (fue triunfo de Cleveland como local por 97-95) El 20 estuvo sólo para llevar adelante la ofensiva de San Antonio: Tim Duncan es meticulosamente reservado por Popovich (los años no vienen solos) y la confirmación que Parker estará seis semanas ausente (fractura en un hueso de la mano derecha), lo dejaron como el único factor para los texanos.
Con esta derrota, San Antonio se ubica 7º en el Oeste con 36-25. La lucha en la Conferencia más poderosa de la liga es tremenda y cualquier caída puede significar perderse los Playoffs. Se viene la parte más emocionante. El que tropieza, lo va a sufrir. San Antonio sabe que si Ginóbili sigue con estas actuaciones, se puede soñar.
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