jueves, julio 02, 2009

El retiro del 9: LIDER DESFACHATADO


Se jugó el partido despedida de Agustín Pichot. Familiares, amigos, seguidores de Ficha y fanáticos del CASI, se reunieron en un marco emotivo, donde el 9 cerró su carrera que, sin dudas, es parte de su vida. Pasó demasiado como para no recordar a uno de los jugadores que, por su entrega dentro y fuera de la cancha, ya es uno de los grandes de la historia.

Inteligente, contradictorio, indescifrable. Un ejemplo de jugador y también de persona. Ficha para los amigos, Agustín Pichot para quienes lo siguen desde una tribuna o de algún medio periodístico. Referente para todos. Desde lo que dejó en cada segundo adentro de una cancha de rugby, hasta la lucha, fue de ella, por mejorar las condiciones de los jugadores argentinos. Siempre estuvo. Ni la presión, ni las lesiones lo frenaron.

Fue el principal precursor del bronce obtenido en el Mundial de Francia 2007. fue el que más lloró con pena inmensa, pero con la satisfacción del podio, de haber dejado todo y más. Ese fue su último torneo a nivel selecciones. Con 72 caps y 16 giras. 12 años en Los Pumas, todo es para estadística. Lo cierto que el ex capitán argentino se despidió cuando quiso, donde quiso, como quiso, y con quienes quiso. Fue todo para él, sobre todo el abrazo de sus hijas y el jugar junto a sus hermanos Enrique y Joaquín, además de las lágrimas de su madre, desde la tribuna.

Icono incomparable, solidario desde la humildad y la discreción, luchador hasta el final. Lo acompañaron todos. Desde Juan Martín Hernández, Marcelo Loffreda, Daniel Baetti, Serafín Dengra, Diego Albanese, hasta la llegada, en especial para este evento, de Felipe Contepomi desde Dublín. Muchos estuvieron para despedir al rugbier más representativo en la historia de la UAR (Unión Argentina de Rugby).

Un lugar quedará vació. Ya se lo extraña. Y no por su juego en particular, sino por esa voz, muchas veces afónica, las lágrimas permanentes al oír el himno argentino y por todo lo que significó para el rugby local.


Líder por naturaleza, de los que no abundan, a deferencia del respeto para con él. Desde los más chicos hasta los adultos lo van a extrañar como jugador y lo van a esperar para que sea un dirigente que acompañe a este nuevo proceso que viven Los Pumas.

No hay más palabras, solo las ganas de verlo jugar un poquito más.

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