martes, julio 13, 2010

TC en Bs. As. II: CATEDRAL ROSSI


Faltan tres carreras. Estamos en plena cuenta regresiva. El 5 de septiembre, cuando en el circuito de 9 de Julio esté cayendo el sol, los famosos 12 estarán listos para pelear por el campeonato del Turismo Carretera. Hoy, a unos días después de la segunda parte del capítulo Buenos Aires, un piloto puede estar tranquilo. Al menos, mucho más que cuando la temporada comenzó. Porque hizo algo que nadie había podido realizar en 2010 en la categoría: repetir victoria. En Termas, se había sacado la mufa de un inicio duro para él y su equipo. Cuando todos decían que ese número 13, el que tiene en el techo de su Chevy, le traería problemas, no se dejó engañar por historias de brujas. Apeló a su muñeca brava y se los sacó a todos de encima. De punta a punta en el fin de semana capitalino…

Matías Rossi redobló su propia apuesta. Desde el viernes, con la nueva figura del trazado Nº 12 en el autódromo de los hermanos Gálvez, rompió los cronómetros. Es que una de las novedades que trajo la carrera de Buenos Aires, fue el regreso de un histórico. ¿Volvió el Flaco, al fin? La novedad, luego de 11 años, fue la recuperación de un sector que le imprimía velocidad a la pista como de la S del Ciervo, en reemplazo de la que hasta la última carrera en marzo se conoció como “la chicana del Ciervo”. Cuando Oscar Aventín, como presidente de la ACTC, propuso la variante en la competencia de Balcarce, todos asentaron con la cabeza. Y aunque ya en carrera, a varios no les gustó el cambio, hubo uno que disfrutó de pisar a fondo. El piloto de Del Viso empleó 1m36s20/100 en los entrenamientos del viernes para quedarse con la pole provisional. De ahí en más, nunca volvió a mirar atrás. Con el acecho de los Ford el sábado, pero sin poder vencer al más rápido, las series aventuraban a los posibles protagonistas del domingo post derrota mundialista.

Después de las tres baterías de una mañana nublada en Buenos Aires, los protagonistas, estaban claros. El imbatible Rossi, se llevó la primera serie casi sin sobresaltos, salvo luego de un apriete de Aventín. En la 2º, los compañeros del Lincoln se iban a ver las caras: Ponce vs. Moriatis, frente a frente. El primero tenía todo para ganar el parcial, pero una mala largada lo traicionó y el campeón, que no iba a dejar de aprovechar la parada, sumó más puntos para su casi confirmada presencia en la Copa de Oro. En la serie donde la pista ya esta en condiciones normal, la última, Fontana sobrepasó a Canapino y Próspero Bonelli (revelación del fin de semana con su Falcon), para darle un gustito a los hinchas de Torino. Todo listo, todo preparado para la Final en La Catedral.

Justamente en el la casa que supieron construir Juan y Oscar, Matías recorrió la pista a placer. Con un dominio absoluto, preciso y casi sin oposición (salvo en la largada con su amigo Moriatis), Rossi hizo valer la potencia del motor de su Chevrolet. Sobre todo en el curvón Salotto, cuando el velocímetro marcaba cerca de 250 km/h. Con este rendimiento, sólo se podía intentar seguir el tren. Así lo hizo su amigo el campeón y los demás. Pero como siempre sucede, hubo espectáculo detrás de los líderes. Y el actor principal en esa faena fue un candidatazo de esta temporada que todavía no ha podido ganar. Ponce de León, claro. El retraso de la serie, sin dudas, le hizo perder la carrera y sus chances de ganarla. Pero no se quedó mudo, uso el arma que le entró Hugo Cuervo y equipo para escalar del 14º al segundo lugar del podio. ¿Por qué le habrá regalado Moriatis el 2º lugar? ¿Por el roce en la serie, como un gesto que él cometió un error; o para cargar 10 en vez de 20 kilos para la próxima? Mmmmm se parecen a Webber y Vettel en Red Bull…


La cuenta regresiva, continúa. Y mientras grandes nombres del TC que están quedando afuera del Playoff (están todos en lista y seguidos: Ugalde, 13º; Pato Silva, 14º; Ortelli, 15º y Fontana 16º), el Granadero ganó cómodo. Muy tranquilo, Rossi transformó en suya La Catedral del automovilismo argentino.

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