lunes, julio 12, 2010

La Davis, su lugar: UN ARTESANO DEL HEROÍSMO


Hace lo que quiere. Cuando y como quiere. ¿Cuándo? Siempre, o casi. ¿Cómo? Con su sello, siempre. Se ha transformado en el argentino con mejor porcentaje de efectividad, 83% de triunfos y sus 20 en singles. Ese quinto punto de la serie ante Youzhny, le sirvió para superar a un tal Guillermo Vilas. Como lo ha hecho antes, David Nalbandian se puso la capa y saltó de la cabina para decidir la suerte del equipo argentina en la Copa Davis. Líder, espiritual y deportivo, hizo algo parecido a principios de año en Suecia. Ante la sorpresa de todos, se tomó un avión y llegó a Estocolmo para vestirse de héroe. Como desde su bautismo, con apenas 20 años, en el recordado partido de dobles para el récord junto a Lucas Arnold en 2002 ante Kafelnikov/Safin, donde mostró su estirpe copero. Tiene la virtud, sin dudarlo, de superarse cuando se viste de celeste y blanco. Y créanlo, hasta ahora, no hay kriptonita que lo haya vencido.

Bien temprano en la mañana argentina, Schwank quiso cerrar la serie, pero su esfuerzo no alcanzó. Mostró sin embargo, sus virtudes tenísticas y le jugó de igual a igual a Nikolay Davydenko, un top ten. Meritorio lo del oriundo de Roldán, Santa Fe, que fue de mayor a menor, pero no pudo mantenerse. Cayó por 4-6, 6-3, 6-1 y 6-4 tras dos horas y 43 minutos. El Olímpico de Moscú, estaba listo. Con el match 2-2, la definición quedaba en manos del Rey. Ya menos ofuscado por su “mala” actuación del viernes ante el Nº 6 del mundo, estaba en el lugar que más le gusta. Disfruta con ser el centro de la escena. Goza con la chance que le da el destino de ser, una y otra vez, el que tenga en sus manos el futuro del equipo argentino en la Davis. Se siente bien en una situación de máximo stress. Lo sufre, pero se regocija con sólo vivir y ser consagrado por todos. Propios y ajenos.

Cualquier adjetivo será insuficiente para describir la figura de David Nalbandian. Una nueva victoria, sustentada en su jerarquía copera para darle un triunfo histórico a nuestro país y meterlo en semifinales, nuevamente. Con una enorme capacidad para definir los puntos importantes, el cordobés llevó adelante un partido muy disputado ante Mikhail Youzhny, al que se impuso por 7-6 (5), 6-4 y 6-3 para derrotar a Rusia en su casa por primera vez en 15 años. Sí, por eso el mote de histórico. El equipo europeo no caía desde la final de 1995, ante EE.UU. Fueron 17 series sin caídas, todas con Shamil Tarpischev como capitán. David lo hizo. Como Sampras en el punto definitorio ante Kafelnikov, dejó sin nada a la super potencia que, en ese mismo estadio y en 2006, había dejado sin el sueño de la Ensaladera a Nalbandian y compañía. Una ilusión que sigue con vida con el pase a la semifinal por sexta vez en los últimos nueve años (2002, 2003, 2005, 2006, 2008)

Después de dos horas y 25 minutos, su grito retumbó en el Olímpico silencioso. Tardó en llegar la manada argentina. Sin tener la verdad, estimo que todavía les resulta raro al trío Mayer-Zeballos- Schwank, verse al lado de un tipo tan grosso, hasta intocable hace poco tiempo. Que no tiene miedo cuando cualquier otro lo tendría. Pero que les podés decir, sin con sólo verlo, basta. Ahí está Nalbandian, gigante otra vez. Un artesano del heroísmo. Un tenista que respira y quiere poner su apellido en la historia del tenis. Porque sabe que la Davis, le daría algo que otros no alcanzaron. Artesano y héroe, en uno.

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