lunes, julio 12, 2010

Copa Davis vs. Rusia – Día 2: TITO Y SUS FICHITAS


Apostó y ganó. No titubeo, Tito Vázquez. Sabía que ante la condición física de Nalbandian, la idea de utilizar al de Unquillo los tres días, era imposible. Con el guiño que le había dado el rendimiento de Horacio Zeballos en Estocolmo, la prueba decisiva se iba a ver en la cancha. ¿En suelo ruso? Antes de viajar con el equipo, Wimbledon era un torneo de observación para el capitán. El marplatense junto con Leo Mayer, disputarían nuevamente un torneo como pareja, algo que se había repetido en otros campeonatos en 2010. Pero su caída en 2º ronda, sumado a la gran performance de Eduardo Schwank (jugó junto a Chela), alcanzando meterse entre los cuatro mejores en el tercer Grand Slam del año, provocó una revolución interna en Tito. Tomó nota del trabajo del Gato bis, y desde que llegaron a Rusia, los hizo entrenarse. Con el 1-1 del viernes, algo que hubiera firmado si le anticipaban resultado antes de pasar por la Plaza Roja, Vázquez mostró, una vez más, que una de sus armas principales, es la convicción. Cuando cree en algo, fija la mirada en ello y lo apuntala, a muerte. ¿Y adivinen, que? La movida le salió bien. Una vez más.

El dobles, como viene sucediendo en las últimas series, era fundamental para el equipo de Tito Vázquez. Sus fichas, Eduardo Schwank y Horacio Zeballos, lograron una resonante victoria ante Igor Kunitsyn y Nikolay Davydenko. Desde un primer momento los argentinos se mostraron muy sólidos y el momento más complicado fue el tercer set, con una dupla rusa dispuesta a todo por dar vuelta la historia. Luego de varias idas y vueltas en el marcador, finalmente los locales ganaron 7-3 el tie-break. En el cuarto juego, los argentinos quebraron otra vez de arranque, y se encaminaron hacia un contundente 6-1 para encender al máximo las ilusiones argentinas.

Tanto Shamil Tarpischev como el coach argentino, tuvieron su injerencia en el tercer punto de la serie. El capitán ruso, en una decisión que sorprendió al equipo argentino, se inclinó por Nikolay Davydenko para reemplazar a Teimuraz Gabashvili en lugar de aprovechar el envión de Youzhny. La jugada (por convicción) de Tito Vázquez de intentar formar una pareja estable de dobles con Schwank y Zeballos fue acertada, no sólo por el resultado conseguido, sino porque también se cuidó el físico de Nalbandian, que no estaba en condiciones de jugar los tres días. La clave estuvo ahí, en esa movida. El final del encuentro fue entonces 7-6 (7), 6-4, 6-7 (3) y 6-1 para dejar 2-1 arriba al equipo nacional, una alegría inmensa para la dupla. Y la confirmación que le faltaba a Vázquez para darse cuenta que, a la hora de la ruleta del tenis, sabe donde poner sus fichas.

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