Se paralizó Salta. Se paró todo con ese grito que retumbó en el estadio. El sábado por la noche, tremendo susto se llevó Andrés Nocioni y todo el plantel argentino. Es que Chapu es todo para el equipo. En todo el buen sentido que puede abarcar esa referencia. Es el motor y el corazón. Este Manu Ginóbili o no. A lo largo de los años, el santafesino a demostrado esto. Puertas adentro, en las concentraciones, en el vestuario. Y también sobre la madera. Porque ha jugado con aquella fascitis plantar, lesión súper molesta si le consultan a cualquier cuerpo médico. Pero, ¿Qué sucedió en pleno entrenamiento nocturno? Repasemos lo ocurrido.
La selección de Hernández, en pleno ejercicio para captar conceptos de juego, estaba disputando un partido entre los convocados y algunos juveniles, a la espera de los seis basquetbolistas que ya llegaron a Salta, provenientes del Sudamericano en Colombia. En una penetración, Nocioni pisó con su pie izquierdo sobre el derecho del Yacaré Kammerichs… ¡Crack! Les aseguro que eso debe haber sentido Chapu en el instante que su tobillo se dobló. Un dolor inmenso y sobre todo, el miedo de lo impensado. Si bien el esguince es la lesión por naturaleza que sufren los deportistas que practican esta disciplina, Nocioni sólo había tenido un antecedente en su vida. Sin dudas, un historial afortunado, por su forma agresiva de enfrentar los partidos.
Si les cuento que la cara de Oveja, como la del resto de sus compañeros, se puso pálida, ¿me creen? Gesto adusto tenía el técnico argentino en la madrugada del domingo. Más allá que todavía no se había realizado el estudio que determinaría la gravedad de la lesión, Hernández entendió que esto era un freno en los entrenamientos. Y es más, le ponía un parate al que mejor figura había demostrado en la primera semana de reunión. Consciente de haber atravesado, tal vez, la peor temporada como profesional, si sumamos su pasado en Europa y su presente en la NBA, Chapu había hecho un trabajo inmejorable por su cuenta en Gral. Pico. Estaba en el aire, según las miradas de los que concurrieron al estadio Delmi. Ahora, quedó todo parado.
En comunicación con La Licuadora Deportiva desde Salta, el jefe del departamento médico de la Confederación Argentina de Básquetbol, Dr. Diego Grippo, nos confirmó la noticia y los resultados de la resonancia magnética: esguince grado 2 del tobillo izquierdo y clínicamente, presente un edema muy importante, producto de la inflamación. A partir de esto, una batería de antinflamatorios y otras medicinas, serán parte del proceso de recuperación que tendrá que llevar adelante el nuevo jugador de los Philadelphia 76ers.
En la charla, que podrás revivir en EL REPRODUCTOR, Grippo (quien trabaja junto al kinesiólogo Jorge Páezpuso) marcó plazos cortos y que serán determinantes para analizar el futuro de Nocioni. El primero, ver la lesión pasadas las 72 hs. El otro, a los 10 días del incidente. Será determinante la buena voluntad y las ganas que Chapu pondrá para pensar que Turquía está cerca. Los hinchas argentinos se lo perderán en el Súper 4 y en los amistosos en Santa Fe y Córdoba, pero lo más relevante, si analizamos que para volver a entrenar con normalidad según este tipo de lesiones, lo necesario son unos entre 20 y 25 días, tenemos que imaginarnos a un Nocioni que llegará con lo justo a la competencia. O tal vez antes. Con el corazón de este guerrero, todo análisis queda desecho si pensamos en su espíritu de lucha.
Cuando todo parecía ideal, apareció esta pequeña herida en la concentración salteña. Algo que hace sufrir a la selección argentina, camino a Turquía. Se sabe que el equipo, no podría sufrir otra baja tan importante en su estructura de juego y mental. Porque Nocioni es un bastión clave en la organización celeste y blanca. Es el corazón que late más fuerte, el que irriga más sangre. Ahora, queda lo peor. A esperar la evolución. No se ustedes, pero yo me quedaría tranquilo. Ojalá en un par de semana, pueda decirles el porque…
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